$32.648 que separan a empresarios y obreros

La Comisión de Concertación de Políticas Laborales y Salariales intenta hoy conciliar las posiciones, para alcanzar un acuerdo sobre el mínimo de 2015.

ilustración Esteban parís

Con las cartas destapadas sobre aspiraciones y ofrecimientos para el aumento del salario mínimo del próximo año, vuelve a reunirse hoy la Comisión de Concertación de Políticas Laborales y Salariales, en el Ministerio de Trabajo.

La diferencia entre el 4,2 por ciento de incremento propuesto por los empresarios y el 9,5 solicitado por los trabajadores es de 32.648 pesos, cifras sobre las cuales girarán las conversaciones de los negociadores, programadas para esta semana.

El ministro del Trabajo, Luis Eduardo Garzón, insistió en que “no vamos a escatimar ningún esfuerzo para tener reuniones bilaterales con el Consejo Gremial y los sindicatos y acercar posiciones hasta donde sea posible”.

Enfatizó en que “aquí tengo que trabajar en función de convencer, adentro del Gobierno, que hay que buscar el máximo del mínimo”.

Mientras avanzan las negociaciones, se escuchan voces como la del director Ejecutivo de Fedesarrollo, Leonardo Villar, quien señaló que el aumento del salario mínimo debería ubicarse entre 3,5 y 4,0 por ciento.

“La remuneración debe aumentar en un porcentaje que compense el aumento en el costo de vida y con este criterio, el aumento debería ubicarse entre estas cifras”, comentó el académico.

Advirtió que un aumento superior a esas cifras puede “tener un impacto paradójico de que, si bien beneficiaría a los trabajadores formales, deterioran los ingresos de un número mayor de trabajadores que viven en la informalidad”.

Reconoció que cuando se mira desde la perspectiva de la capacidad de compra que genera, un salario en Colombia, esta resulta insuficiente.

“No cabe duda de que sería deseable tener salarios más altos, pero esto no puede lograrse con solo desearlo o mediante decisiones por parte del Gobierno. Una proporción mayoritaria de los trabajadores colombianos ganan menos que el salario mínimo y se mantienen en la informalidad. En este sentido el mínimo es un salario alto para buena parte de la población que no puede acceder a él y para muchos de esos pequeños empresarios informales que no alcanzan a pagarlo”, añadió.

Con otra óptica analiza el tema el Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá, que sugiere la necesidad de aplicar mecanismos de política pública que tenga en cuenta el criterio de región para la definición del salario mínimo, en función de los distintos niveles de acceso y capacidad de compra de algunos bienes y servicios básicos de la canasta de familiar.

Para el Observatorio, dependiendo de los precios de los alimentos y de la canasta básica de consumo, se pueden comprar diversas cantidades de un mismo producto entre una y otra región, en la que se destaca la variación de compra de papa en las diferentes ciudades.

Por ejemplo, según el precio promedio mensual de 2014, en términos relativos se pueden comprar más kilos de papa al mes en Pereira y Barranquilla con un salario mínimo que en otras ciudades del país.

Algo similar ocurre cuando se hace el ejercicio aplicado al valor de los arriendos y de un metro cuadrado de Vivienda de Interés Prioritario (VIP), casos en los que también se pueden observar ese tipo de disparidades por ciudades. ¿Por qué no plantear el alza del salario según la ciudad que tuvo mayor nivel de precios?..

$674

mil 520 es el salario mínimo que para 2015 solicitan los trabajadores colombianos.