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Durante quince días, desde hoy, Bogotá se dará el lujo de tener 7.000 campeones recorriendo sus calles y escenarios deportivos.
Esa cifra es la que aparece en los registros para la gran final de los Juegos Intercolegiados Supérate, certamen que incluyó a atletas de 1.097 municipios, de los 1.103 que posee Colombia.
En las rondas previas, en todos los rincones del país se vivieron historias dignas de contar, de quienes defendieron primero su institución educativa, luego lo hicieron por el municipio en los regionales, pasaron a darlo todo por su departamento en los zonales y ahora tienen el honor de buscar el título nacional.
Por eso los que están en Bogotá no son unos pintados en la pared, son campeones de las fases clasificatorias, porque ese era el requisito para llegar a la capital colombiana.
De Antioquia empezó a emigrar un contingente conformado por 369 deportistas, que pasaron por todas las etapas, en las cuales intervinieron más de 55.000 estudiantes.
Por logros, Juan Carlos Santos Perea, nacido en Apartadó, se perfila como la gran figura. En el zonal del Eje Cafetero se colgó cuatro medallas de oro en atletismo: 100, 200 y 400 metros, más el relevo de 4x100.
Este chico, de 1,70 metros de estatura, tiene 16 años y estudia décimo grado en el colegio San Pedro Claver. Y no ve la hora de partir, pues será la primera vez que tenga un viaje largo y esto lo tiene muy emocionado.
"La verdad, no me gustaba el atletismo, me la pasaba recochando con mis amigos en la calle. Intenté en semifondo y nada, hasta que me le medí a la velocidad y gracias a Dios voy muy bien. Me imagino ya representado a Antioquia en Bogotá, no lo puedo creer".
Juan Carlos se ha fijado como meta llegar lejos en el atletismo, por eso entrena todos los días en el estadio de Apartadó, con la mente puesta en ser el mejor.
"Cada vez que entro a la pista pienso en lo que me dice el entrenador, que no me deje vencer por las dificultades. Que siempre pudo lograr lo que quiero, y para eso me preparo".
Este atleta antioqueño ya se ve fuera del país representando a Colombia. "Vamos dando los pasos que son, primero lo hice por mi Apartadó, ahora es por Antioquia y espero hacerlo por Colombia".
La Provincia
Por lo general, Medellín se lleva la mayoría de tiquetes para la final, pero aparecen las sorpresas.
De Zaragoza emergió un chiquitín, Carlos Mario Ortega, de apenas 10 años, 1,30 metros de estatura y quien descolló en suelo y barras paralelas. Lo pone nervioso la ciudad, se siente raro entrenando en el coliseo de gimnasia, al lado de 40 ó 30 deportistas más, cuando él lo hace muy solo en su municipio, en el colegio Francisco de Paula.
Pero ahí está, demostrando que tiene conocimientos para hacer un adecuado entrenamiento y luego subirse a las barras, o hacer figuras en el suelo.
Se ve que le han servido bastante las enseñanzas de su técnico Plácido Pérez, quien llegó a Zaragoza en un convenio con la Liga y el municipio.
Por su edad y ser de provincia habla poco, es entendible. Y solo le ha ganado al miedo escénico en las colchonetas. En barras y suelo es todo un campeón.
Escasamente habla para decir que lleva dos años entrenando, "todos los días".
Como aparece en la lista de avanzados, la Liga lo trae cuatro veces al año para que se prepare en Medellín durante ocho días, con gimnastas de mayor nivel.
En esta ocasión se vino para la casa de una tía, mientras parte el próximo 24 para Bogotá, "esperando ganar una medalla" como es su aspiración.
Por su cabeza todavía no sabe a qué figura imitar, solo que una vez le dio por saltar en una colchoneta y le quedó gustando.
"Me gusta mucho dar vueltas en el aire y pararme en las barras", relata.
Todavía no dimensiona a dónde puede llegar, pero Nubia Ochoa, de la Liga Antioqueña de Gimnasia, dice que "es la misma estampa de cuando llegó Jorge Hugo Giraldo".