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En la Vía de la Moda de Itagüí, al sur del Valle de Aburrá, hay 650 almacenes y 380 fábricas. Se manufacturan alrededor de 50 marcas propias y cerca del 80 por ciento de lo producido es maquila. Se ha convertido en un referente de la confección y de la moda.
Tres centros comerciales conforman la zona: el Supercentro de la Moda, el Centro Nacional de la Confección-La Torre y el Centro Comercial Platino, que le aportan a la economía de Itagüí 370 locales entre establecimientos de comercio y bodegas de producción y almacenamiento, sumados a los cerca de 1.030 locales del sector.
A la Vía de la Moda llegan compradores de todo el país en busca de precios bajos y calidad. Pero un mal, peor que la revaluación del dólar o que la desaceleración económica, está acabando con ella. Se trata de los arrastradores, jaladores o comisionistas, quienes se están "robando" a los clientes. Son personas que trabajan en las afueras de los almacenes, que se paran al frente de los negocios para llevarse a los clientes hacia bodegas aledañas donde ofrecen productos más baratos. Incluso, se afirma que allí se vende ropa de contrabando. Los comisionistas ganan entre 2.000 y 3.000 pesos por unidad.
El "raponeo de clientes", como también le dicen, está poniendo contra la pared a los almacenes tradicionales. Los comerciantes sostienen que por este fenómeno los cerca de 1.000 empleos que generan, están amenazados. Incluso, por esta competencia desleal, ya han cerrado unos 50 locales.
El fenómeno también está echando a los clientes porque, no más al llegar, los arrastradores rodean al comprador ofreciéndole marcas reconocidas a precios de huevo. Muchos aceptan ir a la bodega. Otros, desesperados por el acoso, deciden marcharse. Incluso las denuncias van más allá y sostienen, sin dar la cara por miedo a las represalias, que con los comisionistas llegó la inseguridad al sector.
César Cuartas, taxista, cuenta que es tan grande el número de arrastradores, que algunos turistas le dicen que los deje unas cuadras antes o después, para poder caminar tranquilos.
Son más de 100...
Los arrastradores son, en su mayoría, jóvenes. Uno de ellos, Lucas*, un muchacho que no pasa de los 23 años, está bien vestido y cuenta que se metió a esto hace un año por recomendación de un amigo y porque no tenía empleo. Dice que ha visto varias discusiones y peleas entre algunos de sus compañeros con los comerciantes formales, porque se les llevan los clientes. "Pero aquí hay espacio para todos", recalca.
El propietario de un almacén afirma que el fenómeno de los comisionistas empezó hace más de 10 años como una estrategia para vender. Sin embargo, se les salió de las manos y hace unos dos años se volvió incontrolable porque pululan por todos lados, acosan a los visitantes y, en muchos casos, están inmersos en hechos delictivos.
Con la advertencia de que en la zona había varios comisionistas que lo iban a tratar de arrastrar a varias bodegas, Miguel Ulloa, visitante de Cartagena, se fue a comprar a la Vía de la Moda. El turista cuenta que a lo largo del recorrido lo abordaron unas 20 personas que le ofrecían precios bajos y toda clase de marcas de ropa para que comprara. "Es chocante y molesto. No les hice caso".
Pese a que los comerciantes cumplen con todos los requisitos de ley, denunciaron que en este problema se sienten abandonados por la Administración Municipal de Itagüí. "La invasión del espacio público por parte de los comisionistas está acabando con el sector más pujante del municipio".
Algunos comerciantes denuncian, además, que en el sector grupos ilegales les cobran vacunas a los arrastradores y a los que cuidan los carros en los parqueaderos para permitirles su permanencia en la zona.
Ante la gravedad de los hechos, el secretario de Gobierno de Itagüí, Víctor Hugo Pérez, sostiene que en ningún momento se ha abandonado la seguridad en la zona y reconoce que en el sector hay un problema de competencia desleal.
Explica que el tema no es desconocido para la Administración y que, prueba de ello, son las ocho reuniones que se han tenido para analizarlo, junto con la Cámara de Comercio del Aburrá Sur, la Personería, los comerciantes, la Policía y la Alcaldía.
"No podemos detener a estas personas porque no están cometiendo ningún delito. Ellos tienen derecho a la libre movilización". Anota que la Policía hace constantes rondas por el sector y, cuando observa hechos delincuenciales, ha actuado y ha judicializado a algunas personas.
Sobre la posibilidad de que en el sector se venda mercancía ilegal o de contrabando, agrega que es la Policía Fiscal y Aduanera la que puede contestar. "Somos conscientes del tema. Sabemos que los comerciantes tienen la razón y que existe una problemática que está afectando al comercio organizado. Por eso definimos estrategias de seguridad como la instalación de una cámara, un cambio en la semaforización y más vigilancia con el apoyo de la Policía".
También reconoce que hay denuncias sobre el cobro de vacunas y la presencia de algunas bandas delincuenciales, pero recalca que los organismos de seguridad están trabajando para que esta zona comercial siga viva y tranquila para el visitante.
Isabel Nieto, subsecretaria de Productividad y Competitividad de Itagüí, asegura que el fenómeno de los arrastradores se convirtió en una obsesión para los comerciantes para justificar la disminución en las ventas y el cierre de algunos locales. Al tiempo, se pregunta si muchos de ellos no se han ido por los constantes operativos contra el contrabando que la Dian y la Policía realizan.
Por eso, propone que se haga un estudio completo que permita sacar deducciones sobre lo que está pasando, para que la Vía de la Moda continúe siendo el referente de muchos compradores locales y foráneos, que acuden a este centro de comercio a comprar, por la calidad de las confecciones y la variedad de precios.
*Nombres cambiados a petición de las fuentes.