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Mauricio Henríquez Mesa, exgerente de Fogansa, ha sido multado con 30 millones de pesos por la Superintendencia Financiera, por permitir que por fuera de la Bolsa de Valores de Colombia la sociedad Smart Web le vendiera al ganadero Jorge Luis Ochoa Vásquez un paquete de más de 1,5 millones de acciones del fondo ganadero.En diálogo con este diario, el exdirectivo manifestó que, inclusive sin que la Superfinanciera lo hubiera requerido, él ya había reconocido su falta ante el organismo de control, como consta en documentos de Fogansa, fechados el 19 de enero de 2010.
Por la reserva que aún tiene el tema, la Superfinanciera no le suministró copia de la resolución sancionatoria a este diario. Sin embargo, el mismo Henríquez Mesa advirtió que al primer atenuante se suman otros tres: Que en su hoja de vida no hay antecedentes de errores similares cometidos en otras organizaciones. Que no hubo dolo ni falsificación de documentos. Y que hay evidencias de que él no obtuvo ningún beneficio económico de esa operación.
"Yo le he dado la cara al problema", dijo el exdirectivo, quien mediante un recurso de reposición, ya presentado a la Superfinanciera, está solicitando que le levanten la sanción o, al menos, que se la rebajen, pero en el entendido de que acepta la culpa que tenga por los errores cometidos.
Tal como lo ha venido informando este diario, el tema tiene que ver con un negocio de cerca de 6.000 millones de pesos en acciones de Fogansa que puso en venta la Fundación Berta Arias de Botero, a finales de 2008.
Como miembro de la Junta de Fogansa y gerente General del IDEA, Álvaro Vásquez Osorio trató de convencer a su Junta de que era un buen negocio adquirir cada título a 1.614,88 pesos, para luego venderlos a 2.000 ó 2.200 pesos. Su Junta no lo aprobó y a Vásquez Osorio se le ocurrió reunir a siete amigos con dinero para que fueran ellos quienes compraran los títulos y luego partieran con él las utilidades.
Según le manifestó Vásquez Osorio a este diario, él adquirió, para sí mismo, acciones de Fogansa, a través de la empresa Smart Web, una firma que adquirió, luego transformó en Terminales y Conectores y en cuya gerencia colocó a un conductor del IDEA.
¿Por qué Vásquez mantuvo eso oculto?, le preguntó EL COLOMBIANO a Henríquez Mesa.
"Esa sí te la debo. Yo nunca supe quién era Smart Web realmente".
¿Vásquez nunca le dijo a usted que él estaba detrás de Smart Web?
"No, no. Es más, en el momento en que él me lo hubiera dicho, yo hubiera reconocido que eso no se podía hacer".
¿O sea que Vásquez termina engañando a Fogansa y a usted como gerente?
"Y hasta a la misma Fundación Berta Arias, porque yo estoy seguro de que Alonso (Sanín, representante legal de esa entidad) le hubiera dicho que eso no se podía. Tú conoces a Alonso Sanín, y él no hubiera permitido una cosa de esas".
¿Qué piensa del hecho de que siendo Vásquez miembro de la Junta de Fogansa haya comprado acciones a través de Smart Web?
"De haberlo sabido en su momento le hubiera dicho que, con mi experiencia pública, eso no se puede hacer. Cómo va a comprar siendo miembro de Junta. Debía haberle pedido permiso a la Junta y cumplir un procedimiento".
¿Y usted ha hablado con Vásquez de la sanción?
"No, yo hasta me he alejado, porque vea, terminé enredado en un tema con el que no tuve nada que ver. Lo único que hice fue facilitar una operación de acciones".
En efecto, Mauricio Henríquez enfatiza que su papel en esta negociación se limitó a juntar a Álvaro Vásquez Osorio y a Jorge Luis Ochoa Vásquez, para que acordaran los términos de la negociación.
El exgerente de Fogansa reconoce que durante una asamblea del fondo ganadero, realizada en el IDEA, el 29 de diciembre de 2008, juntó a comprador y vendedor. A la entrada del auditorio le dijo a Ochoa que el entonces gerente del Instituto para el Desarrollo de Antioquia 'es el responsable de la venta de esas acciones, el que conoce a los señores y que cierre el negocio con él'. Yo me voy a atender a los otros invitados que teníamos en la asamblea. Ellos cerraron el negocio y supongo que se habrán reunido en otras ocasiones, para definir a quién se le paga, cómo, a quién le entrego, quién me entrega".
¿Usted no estuvo en esas reuniones?
"No, yo ni sé cómo las hicieron ni dónde ni cómo cerraron, ni cómo le pagaron ni a la Fundación siquiera, porque tampoco era función mía. Yo no era accionista. Como gerente me limito a asentar en el libro lo que hacen los accionistas. Es más, yo ni siquiera sé cómo se pagaron las acciones. Uno ni siquiera sabe a cómo transan las acciones. Me habré enterado después de la operación, cuando Jorge (Luis Luis Ochoa) me dice 'yo cerré la operación con esta gente a este precio', pero eso no es relevante para el gerente, porque no está en su función".
Pero, le pregunta este diario, hay una carta de Smart Web en la que lo autorizan a usted para hacer ese negocio.
"Sí, de ofrecer las acciones, pero no de cerrar el negocio.
¿Usted no recibió orden de precio?
"No, por Dios. Ofrezca el paquete de acciones y siente a las dos partes para que lo cierren. Un gerente no puede ir más allá de eso".
Consultado sobre la utilidad de 600 millones de pesos que habría obtenido Smart Web en la compra y posterior venta de las acciones, y sobre la opinión del amigable componedor, en el sentido de que esa firma tuvo un enriquecimiento sin causa y debía devolver esa utilidad, Henríquez dijo no saber quién ganó en ese negocio.
"Pues yo no fui, en todo caso".
¿Ni le tocó parte?
"Por Dios. ¿Sabe una cosa bien particular? Yo fui funcionario público durante 11 años en la Guajira y a mi nunca nadie me llegó a ofrecer ni una comisión, ni un mal ejercicio, porque sabían que yo no lo iba a hacer. Lo puedes constatar con Jorge Luis (Ochoa), con la Fundación (Bertha Arias) o con quienes hayan participado en este negocio, si alguno siquiera me ofreció un café".
EL COLOMBIANO buscó la opinión de Álvaro Vásquez Osorio, exgerente del IDEA y exmiembro de la Junta de Fogansa, quien manifestó que no iba a suspender sus actividades para responder y que a partir del lunes estará a la permanente disposición de este diario.