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La Semana Mundial de la Lactancia transita hoy por su quinto día, y en este instante, mientras miles de mujeres se disponen a buscar un sitio cómodo y tranquilo para amamantar a su bebé, algunas embarazadas piensan en ese momento y sienten temor o simple incertidumbre.
A mujeres como ellas, Nora López, directora de Lactar, las acompaña desde hace once años, para que descubran la alegría y el afecto que envuelven el momento de la lactancia.
Cuenta, con una voz que sin duda denota paz y alegría, que lo suyo es acompañar a las mujeres en el proceso de lactancia y que sean muchas más las que se apunten a hacerlo como lo que es, un acto de amor y alegría.
Reconoce, no obstante, que en nuestro medio hay mucha resistencia frente al tema. Unas porque temen perder la estética de sus pechos al amamantar; otras porque consideran que es un privilegio de pocas que les baje la leche. Y, por último, menciona la que ella denomina como "la presión de las multinacionales de leche de fórmula, para que las mamás acudan a ella".
Y se apoya en una cifra: somos 4.000 especies de mamíferos y al único al que le dan leche de fórmula al nacer es el humano.
E insiste: estamos en una ciudad donde las cirugías de pecho se volvieron comunes, y competir con ese factor de belleza es muy duro.
La tarea de Nora suena simple, pero tiene su complejidad: ayudarles a las mujeres a despertar el instinto, para que puedan atender mejor a su bebé.
Y para conseguirlo, siempre les recuerda tres razones: uno, saber que van a lograr una conexión certera y vívida con la naturaleza; dos; que descubrir un corazón amoroso y dispuesto, porque solo así fluyen las emociones entre madre e hijo, y tres, deben entender que ser mamá es una actitud de servicio.
"A eso las acompaño, añade Nora, a que desde su corazón amoroso, despierten el instinto que ya está en sus genes. Mi tarea es darles confianza".
En Colombia: mes y medio
En Colombia, el promedio de lactancia es de mes y medio. La cifra la reveló la directora del Instituto Colombiano del Bienestar (ICBF), Elvira Forero, quien no ocultó su preocupación al señalar que todavía el desafío es muy grande. "La tendencia está cambiando pero tenemos que llegar a los seis meses".
La excusa o temor asociado a la estética y el miedo al deterioro de los senos es una de las que más oyen los especialistas como argumento para evitar la lactancia.
Nora lo resuelve sin misterios. "Si unos pechos se deterioran al lactar es porque la mamá emplea mal la técnica".
Para la pediatra Karem Helena Ruiz, especialista en nutrición, las madres aplicarían responsablemente este tipo de alimentación si reciben la información necesaria sobre los beneficios que representa la leche materna en la salud de sus bebés.
Y de allí se desprende también una tarea pedagógica. Enseñarles a disponer la areola (no el pezón) para que su bebé se alimente, y a que descubran posiciones cómodas y tranquilas, para hacer de este momento un verdadero encuentro y no una cita obligatoria y fatigosa.
Nora López asegura que un bebé alimentado con leche materna y con el afecto que este contacto genera, será un adulto sereno, más desarrollado e inteligente. Un ser humano de alegría y paz.
Para la pediatra Ruiz, la leche materna además de suministrarle al niño la nutrición necesaria, también fortalece su sistema inmunitario (defensas). "Mientras está siendo amamantado el bebé, se vive el momento más especial de comunicación y afecto entre madre e hijo", explicó la pediatra.