Uno a uno los fue sacando del camino o, mejor, del aire. Protagonizó saltos arriesgados y veloces, algunos de ellos desafiando una densa neblina que, como analizó, era enfrentarse a lo desconocido y al peligro de chocar contra alguna montaña.
Al final, después de cinco días de competencias saltando desde un risco a 1.518 metros en caída libre y superar cuatro rondas con la presencia de los 26 mejores saltadores en traje de alas del mundo, el antioqueño
Jhonnatan Flórez y el sudafricano
Julian Boulle, se batieron en soberbio mano a mano en el aire para definir el título del Campeonato Mundial de saltos.
El escenario fue el mismo donde, el año pasado, Flórez se coronó campeón: las montañas de Tianmen, en China, llamado la Puerta celestial. Lo distinto, que Boulle simplemente "voló más rápido" -como lo reconoció el paisa para ganar el cetro.
"Lo dimos todo contra 26 monstruos del aire; entregué mi absoluto 100% tratando de retener el título para Colombia. Me la jugué contra los 26 mejores pilotos del planeta, logré llegar a la final pero mi amigo
Julian Boulle voló mas rápido que yo", manifestó el colombiano que es respaldado por Une, Kia Motors, Redbull, Multipokerseries y Coldeportes.
Un balance único para el colombiano, que en dos años y con una limitada experiencia -ya que empezó a volar esta modalidad en 2010-: una presea de oro y una de plata. "Estoy muy satisfecho", dijo