<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
HISTÓRICO
Aprovechar buenos tiempos de auge para financiar innovación
Por RAMÓN JAVIER MESA CALLEJAS Colaboración especial* | Publicado
Ser modelo en el mundo en materia de crecimiento económico por los buenos indicadores y la estabilidad macroeconómica es un asunto que no todos los días se da. Máxime en estos tiempos cuando la recesión es la constante en muchas regiones del planeta y las perspectivas de tener un país cada vez mejor crecen ante la posibilidad de la firma de un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc.

Sin embargo, esto no sirve de mucho si el país no comienza a focalizar de manera real las ganancias del crecimiento económico en sectores estratégicos que le permitan hacer el tránsito hacia una economía diversificada y competitiva, capaz de producir bienes con alto valor agregado y menos dependiente del sector primario-extractivo (minería e hidrocarburos).

Al respecto, existe suficiente evidencia internacional que muestra cómo mediante el impulso a la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CT+i) los países pueden dar un salto productivo y competitivo importante.

Esa posibilidad se traduce en el desarrollo de emprendimientos dinámicos a todos los niveles, que posibiliten la innovación empresarial, con el fin de generar una nueva oferta de bienes y servicios.

Esto se concreta al aumentar los montos de inversión para impulsar la cultura innovadora y el financiamiento de proyectos de investigación, entre otros aspectos. Además implica reformas requeridas en materia educativa e institucional,

Lo anterior implica, que será muy difícil en Colombia producir cambios que garanticen nuevos productos, empleos de calidad y bienestar para la población, pues se continúa invirtiendo por debajo del 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto en CT+i. En contraste, países como Israel destinan el 4,4 por ciento del PIB, Corea, el 3,7, y Estados Unidos un 2,9.

En este sentido, un financiamiento mayor de las actividades de CT+i debe ir de la mano de aumentar los recaudos tributarios en todos los niveles del orden territorial, cuando son el resultado de un mayor crecimiento económico o de un incremento de las exportaciones de hidrocarburos.

Esto implica, no sólo que las administraciones públicas destinen más recursos, sino también que un flujo de los impuestos que pagan las empresas les sea revertido cuando estas desarrollan actividades de CT+i.

Bajo este aspecto, teniendo en cuenta la realidad nacional, entidades como el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), la Unidad de Desarrollo e Innovación Innpulsa Colombia, el Departamento Administrativo de Ciencia, tecnología e Innovación Colciencias, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), entre otras, tradicionales fuentes de recursos públicos para financiar directamente CT+i en el país, se favorecerían con ingresos crecientes en épocas de auge económico y comercial.

Esquemas de eficiencia
A propósito de los benéficos tributarios, principal fuente indirecta para financiar CT+i en Colombia, asuntos relacionados con la simplificación de trámites y la evaluación de impacto de estos incentivos, requieren la mayor atención si se quiere lograr una mayor eficacia de estos recursos.

Estas evaluaciones también deberían hacerse a los recursos del Sena, con miras a mejorar su eficiencia y lograr un avance significativo en el desarrollo tecnológico productivo de las empresas. Esto deviene en fortalecer la creación de tecnoparques, centros de formación, la innovación empresarial y plataformas TIC (tecnologías de la información y las comunicaciones).

En el caso de las regalías, otra fuente significativa de recursos, después de dos años de implementada la Ley 1530 de 2012, la polémica sigue abierta sobre todo por el alcance de estos recursos para impulsar la CT+i en el ámbito regional.

Por eso toma fuerza la propuesta que se hace en el estudio sobre Innovación y Emprendimiento en Colombia 2014-2018, elaborado por el Centro de Investigación Económica y Social Fedesarrollo.

Allí se propone modificar los recursos del Fondo para CT+i de la siguiente manera: 50 por ciento se destinaría a una bolsa regional con la distribución que sugiere la Ley actual; y el 50 por ciento restante iría a un fondo nacional que promovería actividades sectoriales y transversales de CT+i.

Este ajuste sería importante para darle un impulso definitivo al desarrollo de la CT+i en las diferentes regiones del país, siempre que se involucre a quienes son los verdaderos líderes de estos cambios y transformaciones: empresarios, investigadores y emprendedores.

*Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia.
x