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Como una persona solidaria, que saludaba a todos sus vecinos, era reconocido el español Juan Carlos Gila Sánchez en la vereda Cabuyal, de Copacabana. En 2007, llegó allí procedente de su país, tienen registrado las autoridades, para quedarse a vivir en Colombia.
Pero esa cordialidad no impidió que fuese asesinado cuando iba rumbo a su finca, que, según vecinos, es una de las más lujosas de la zona, tras departir la noche del pasado sábado con unos amigos en una tienda de este sector.
“Él tomó un taxi, a eso de las 12:30 de la noche, para irse para su casa y estaba como bien. Desde entonces nadie supo más de él”, indicaron allegados a este hombre, de 50 años.
Pero a las 5:00 de la mañana del domingo, una persona que transitaba por un lado de la vía lo encontró bañado en sangre. Al enterarse que ‘El Español’, como lo conocían en la zona, estaba muerto, procedieron a alertar a las autoridades.
Bajo los rayos del sol, a eso de las 7:00 a.m., agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) llegaron al lugar donde estaba el cuerpo de este extranjero, tendido al lado del camino de trocha.
Al revisar cada parte de su cuerpo se encontraron que Juan Carlos tenía una herida por cuchillo en la cabeza, otras tres en la espalda y la restante en su brazo derecho.
Sobre su muerte nadie da una explicación concreta aunque tres hipótesis toman fuerza entre las autoridades y los mismos residentes del Cabuyal: un crimen pasional, un intento de hurto o un problema de dinero.
“Era una persona muy amable que se relacionaba con todo el mundo. Incluso en los últimos días iban unos jóvenes a visitarlo a la finca”, comentó un residente, sorprendido por lo ocurrido.
Ahora solo queda esperar que lleguen sus familiares desde España, puesto que en su finca solo lo acompañaban siete perros, los mismos que las autoridades les están buscando un hogar para evitar dejarlos desamparados.
Nunca se casó ni tuvo hijos y en la actualidad subsistía de la administración de varios locales de comida en este municipio del Aburrá Norte.