Habrá que esperar hasta octubre de este año para poder tener cifras oficiales del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Antioquia durante 2013.
Sin embargo, los datos nacionales revelados ayer por el Dane, que arrojan un crecimiento de 4,3 por ciento del PIB colombiano el año pasado, dan algunas luces del comportamiento en frentes productivos que son claves para el crecimiento económico del departamento (ver gráficos).
Desde el lado de la oferta, el sector financiero, el que más pesa en el PIB antioqueño (un 24 por ciento) y de mayor tasa de crecimiento, luego de la minería, muestra un crecimiento nacional de 4,6 por ciento, por debajo de 2012 (5,0) y 2011 (6,7).
Solo la intermediación financiera, el negocio de los bancos, se expandió 6,2 por ciento, dos puntos menos que en 2012 y lejos del 13 por ciento alcanzado en 2011.
"Este sector replica en buena medida lo que ocurre en el agregado general del país, es decir, y parece que ahora está encontrando cierto nivel de estabilidad, luego de un gran dinamismo en los últimos años que también impulsó a la economía", explica
Mauricio López, miembro del Grupo de Macroeconomía Aplicada de la Universidad de Antioquia.
Una industria estancada
En contraste, la industria manufacturera, sector que aporta un 15 por ciento del PIB de Antioquia, decreció en el país 1,2 por ciento durante el año pasado, en línea con una caída de 1,1 por ciento de 2011, lo que envía señales de alerta de que la industria, si bien las estadísticas muestran que tocó fondo, tampoco ha levantado cabeza, pese al optimismo de finales de 2013 y comienzos de este año.
"Tales indicadores son preocupantes, porque advierten un estancamiento y son un argumento más para que el Gobierno disponga políticas claras de desarrollo industrial, porque así como el país, Antioquia debe priorizar cuáles son sus apuestas productivas con valor agregado y que puedan competir internacionalmente", señala
Miguel Echeverri Chavarriaga, director en Antioquia de Acopi, gremio de pequeñas y medianas industrias.
El comercio: estable
En el caso del sector de comercio y turismo, con un aporte similar de casi el 15 por ciento del PIB regional, el panorama del país es más halagüeño: mantuvo el crecimiento de 4,3 por ciento alcanzado en 2012, luego de los ajustes del Dane a las cifras de ese año en que Colombia expandió su economía en 4,0 por ciento.
En el caso de Antioquia, el año pasado se menguó la expansión del sector, en buena parte por la reducción ostensible en la dinámica de concesionarios y automotores que tiene un peso significativo en el cálculo del PIB.
"Las cosas pudieron ser peores y nos damos por bien servidos con una tasa de crecimiento nacional que siempre se refleja en la dinámica regional", puntualiza
Sergio Ignacio Soto Mejía, director de Fenalco Antioquia, quien espera en 2014 un incremento del PIB consolidado de 5 por ciento para el país.
El sector de servicios sociales y comunales (educación, salud, administración pública) tuvo un segundo año en que crece a tasas superiores al promedio nacional y cerró en 2013 con una variación del PIB de 5,3 por ciento, la más alta de los últimos 14 años, impulsada por la oferta en negocios de salud. Esto es clave para Antioquia, pues esta rama económica aporta una sexta parte del PIB y está en fase de expansión, especialmente en el Valle de Aburrá.
Las vicisitudes de otros sectores más representativos en el agregado de Antioquia, ahora son compensadas por dos sectores claves por los encadenamientos y empleo que generan: construcción y agro.
Rebrotan el agro y las obras
El primero tuvo una expansión de su PIB de 9,8 por ciento, explicado por las políticas de vivienda del Gobierno y el despegue de la inversión en obras civiles, en que Antioquia ha sido un polo de expansión, en vista de las trabas que tuvo el sector para su desarrollo en Bogotá.
En cuanto al crecimiento de 5,2 por ciento del sector agropecuario, se explica por el incremento notable de la producción de café, en que Antioquia es el segundo productor nacional, lo que augura un buen desempeño regional.
Sin embargo, excluyendo al grano, el campo productivo apenas crece un 2,5 por ciento, por debajo del promedio nacional y en línea con los mismos niveles de 2012. "Es interesante el crecimiento en áreas cultivadas, en producción y en créditos el año pasado, pero la rentabilidad está afectada por menores precios, contrabando e incremento de costos, problemas que están afectando por igual a grandes como a pequeños productores", dijo a este diario
Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).