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La próxima revolución industrial ocurrirá en el campo, pero el productor agrícola colombiano tendrá que dejar de hacer todo y transformarse en un generador de proveedores, para que su desarrollo sea sostenible.
Así lo explicó Gustavo Grobocopatel, presidente del grupo empresarial argentino Los Grobo, quien indicó que en la coyuntura actual es imposible que una sola persona se encargue de sembrar, cosechar, transportar la producción, adelantar las gestiones en el banco y encargarse de las semillas, entre otras actividades que el negocio requiere.
"Hoy, alrededor de un productor del campo es necesario que se genere un ecosistema de negocios, es decir que el campesino del siglo 21 se comporte como un ensamblador de la industria automotriz", enfatizó Grobocopatel, quien fue uno de los expositores invitados en la asamblea anual de la Andi, que se clausuró ayer en Plaza Mayor, en Medellín.
Ese cambio, que ya se ha logrado en Argentina, debe implementarse con celeridad en Colombia para acabar con la pobreza, el atraso y analfabetismo que soportan las zonas rurales.
Un modelo local exitoso y del alcance planteado por Los Grobo en Argentina, puede ser el aplicado por el Grupo Aliar-Fazenda en la Altillanura, en la Orinoquía, donde se inició la producción de maíz y soya, pero ubicada al lado de los animales.
Jaime Liévano, presidente de Aliar-Fazenda, explicó que esa integración permite que una hectárea sembrada de maíz y soya, cuya producción valdría seis millones de pesos, se multiplique y llegue a 27,5 millones de pesos, al lograr que ese alimento se destine a la cría de cerdos.
Si al cultivo de maíz y soya y a los criaderos de cerdos se añade una planta de sacrificio y desposte la producción, transformada en carne, pasaría a valer 33,4 millones de pesos y si se integra la cadena de distribución y almacenamiento se alcanzarían los 40 millones de pesos.
"Este es un ejemplo claro de una agroindustria en cadena, en la que hemos podido integrar a los vecinos, a los propietarios de tierras, a los campesinos y a las comunidades indígenas. Puede ser similar a la de otros productos como el arroz, la palma, el caucho o la caña de azúcar", enfatizó Liévano.