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HISTÓRICO
Aumento de 4,5% al mínimo busca impulsar el consumo
Por JUAN FERNANDO ROJAS T. | Publicado
Para cerca de 1,3 millones de trabajadores que devengan un salario mínimo en el país, es decir un 5 por ciento de la población ocupada, el ajuste pactado por centrales obreras y gremios empresariales apenas significará 26.527 pesos más de ingresos mensuales u 884 pesos diarios adicionales frente al año que termina, es decir que ganarán el próximo año "616.027 pesitos".

En el caso de los empleadores, es un golpe a sus costos de producción, sobre todo en sectores intensivos en mano de obra, pues tendrán que sumar a la nómina mensual un total nacional aproximado a los 26 mil millones de pesos.

Para unos será un pírrico incremento, para otros un alza significativa. Al final, lo que se protocolice el próximo lunes es el resultado de una dura pero respetuosa negociación entre empleadores y los sindicatos que integran la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, a excepción de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) que se marginó de la última etapa del proceso.

Lo que surgió de reuniones formales e informales, la última fue el lunes pasado, es ejemplo de que un buen acuerdo no deja contento a ninguna de las partes, pero a todos sirve, anteponiendo el interés general al particular.

Desde los trabajadores, que pedían un alza inicial del 8 por ciento, al mirarlo como plata de bolsillo, es aparentemente muy poco. Pero, desde otra óptica, se trata de un alza que es 2,5 veces la inflación con que el Dane proyecta cierre 2013 y es 1,5 por ciento mayor a la tasa proyectada por el Banco de la República para 2014 (3 por ciento).

"El peor error es convertir un porcentaje en pesos, es mejor verlo así: usted compra un cuaderno a 100 pesos en enero y para diciembre puede costarle 103 pesos, la ventaja es que el trabajador tendrá 1,5 pesos más para consumir en otras cosas", explicó a El Colombiano el presidente del Consejo Gremial Nacional, Rafael Mejía López (ver entrevista).

Desde los empleadores legales, que eran partidarios de un incremento de 3,3 por ciento, no solo cuenta el incremento del mínimo, sino del 3 por ciento en que aumentó el subsidio de transporte, hasta los 72.000 pesos. Pero, también visto con otros ojos, que los trabajadores que devengan un mínimo ganen más poder adquisitivo es una forma de tener más capacidad de compra, lo que se traduce en mejores ventas y dinamizar el crecimiento económico por la vía consumo interno, que pesa dos terceras partes del Producto Interno Bruto (PIB).

"Lo que nos interesaba a nosotros es que más allá del comportamiento de la economía, lográramos un incremento suficientemente significativo. Ha habido años en que los incrementos han sido por debajo del crecimiento del PIB", comentó a este diario el presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT) Julio Roberto Gómez Esguerra (ver entrevista).

Desde afuera de la mesa de concertación, se destaca que el incremento haya sido por acuerdo y no por disposición unilateral del Gobierno, aunque también hay observaciones.

"La discusión puso en evidencia que el crecimiento de la productividad laboral es muy baja (0,8 por ciento) y es necesario que sobre todo las pymes trabajen en ello de cara a otros países de la región que compiten con nosotros y tienen costos salariales más bajos", señala Miguel Echeverri Chavarriaga, director de Acopi Antioquia.

También Mauricio López González, del grupo de investigación en Macroeconomía de la Universidad de Antioquia, descarta que el alza afecte la dinámica laboral, reflejada en el descenso de la tasa de desempleo, y recuerda que "la pasada reforma tributaria redujo los costos salariales para los empresarios, lo que también ha ayudado a reducir la tasa de informalidad".
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