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Justo cuando Estados Unidos y sus aliados intentan sumar más naciones para combatir al Estado Islámico, el grupo extremista desafía esa alianza con la decapitación del tercer ciudadano de uno de los países de la coalición que amenaza con eliminarlos.
De nuevo los yihadistas que controlan zonas del norte de Irak y Siria respondieron con métodos de terror al anuncio de una ofensiva internacional para impedir su avance y la imposición de un califato para gobernar sobre los musulmanes en Oriente Próximo.
Como ocurrió con dos periodistas estadounidenses el mes pasado, David Haines, trabajador humanitario secuestrado en Siria, fue decapitado de rodillas frente a una cámara y el video de su ejecución difundido al mundo.
En el video, bajo el título de un mensaje a los aliados de Estados Unidos, la víctima dice: "mi ejecución es responsabilidad del Gobierno británico y David Cameron por entrar en la coalición de Estados Unidos contra el Estado Islámico", en referencia a la alianza de más de 10 países que se conformó en las últimas dos semanas.
El video termina con otro rehén amenazado de muerte, el británico Alan Henning.
La respuesta del primer ministro británico, David Cameron, fue otra amenaza contra el grupo fundamentalista islámico, al que llamó el mal encarnado: "Cazaremos a los responsables y los llevaremos ante la justicia, sin importar cuánto tiempo tome".
A la espera de la coalición
Pero a juicio de analistas internacionales, aunque hay un consenso internacional para frenar la expansión del Estado Islámico por la amenaza que representa, la contundencia de la ofensiva militar que reclama Estados Unidos de la coalición de países aún no se concreta.
"La influencia de este grupo extremista aún no amenaza con extenderse a Europa. Aunque preocupa su violencia, hay poca decisión de la Otan y sus estados miembros (con capacidad militar) para lanzar una operación enorme y costosa", explica Gustavo Cardozo, coordinador del Programa Asia Pacífico del Centro Argentino de Estudios Internacionales.
Y es que a pesar de la consternación en el Reino Unido por la decapitación de Haines (nacido en Inglaterra y criado en Escocia), el primer ministro David Cameron aseguró: "estamos listos para tomar los pasos necesarios para lidiar con esta amenaza". Pero descartó sumarse a los ataques aéreos de Estados Unidos ni enviar tropas terrestres. El mismo anuncio han hecho Francia y Alemania, miembros de la coalición de países que apoyarán con armas a los iraquíes y sirios que luchan contra el Estado Islámico.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó el "brutal asesinato" de Haines y aseguró que trabajara con la "amplia coalición de naciones" para "destruir" al grupo yihadista porque son una "amenaza para nuestros ciudadanos, la región y el mundo"