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Un día, Charles Baudelaire, el poeta maldito, escribió: Que me alquilen por fin esa tumba, blanqueada de cal, con las líneas de cemento en relieve, —muy lejos bajo tierra. Murió en 1867.
Había nacido en París, en 1821, y llevó una vida bohemia. Amigo de Victor Hugo y otros escritores, fue el más importante de los malditos. Fue el último romántico, e inauguró la modernidad, palabra que, por cierto, se le atribuye.
Muerto hace 147 años, quiso, de pronto, venir a la actualidad para constatar que su obra seguía siendo celebrada. Rebelde en vida, en muerte tuvo que solicitarle a Calíope, musa de la poesía épica, licencia para bajar a la Tierra. Ella accedió, solo que le puso como condición que resurgiera en compañía del saltimbanqui, Satán, la puta, los enfermos y otras creaciones suyas.
Ellas le dieron fama, le dijo la musa, pero lo que de veras quieren es estar en paz.
Emergió de la muerte con ellas y hasta con Edgar Allan Poe, cuyas obras tradujo, y con sus fantasmas... Y todos esos personajes le hacen juicio al autor de Las flores del mal...
Esta es parte de la trama de Café Baudelaire, nueva obra teatral de la Oficina Central de los Sueños. Una propuesta escénica que, sin materializar, estuvo por años en la mente de Jaiver Jurado, director del grupo, como el gato del que habla Baudelaire: Por mi cerebro se pasea/ lo mismo que en su apartamento, un gato hermoso, dulce y fuerte, cuyo maullido apenas se oye. Y desde hace casi dos años se dedicó a escribirla. Y a montarla.
¿Qué tiene para decirnos Baudelaire, un ser del siglo XIX, a los humanos de hoy?, le pregunto para provocarlo. Piensa un poco y luego dice: "Él nos invita a llevar una vida sensible, estética, de observación. A disfrutar la existencia cuidando la Naturaleza y valorando las artes, incluso al ser humano como obra de arte. La mirada sensible del mundo no es beata y tonta, sino dinámica y crítica, que busca la belleza en la otredad".
Y luego, como para provocarme, el director de escena agrega: "Lo que queremos, simplemente, es que este autor siga vigente, porque nosotros lo queremos mucho".