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Más importante que si nos hubiéramos ganado la sede para los Juegos Olímpicos, Medellín es noticia mundial en el campo de la medicina y la ciencia.
Por encima de grandes potencias económicas y de avanzada en el campo de la investigación como son Holanda, Alemania, Brasil y Nueva Zelanda, la capital antioqueña fue elegida para realizar las primeras angioplastias cardiacas con brazo robótico en el mundo.
La elección no fue cosa del azar ni mucho menos por ser un país tercermundista donde se pudieran encontrar "conejillos de Indias", explicó el especialista Juan Fernando Granada, médico jefe de Ciencia y Tecnología del Cardiovascular Research Foundation, y profesor asociado de New York Presvyterian/Columbia University.
Este colombiano, que lleva más de 10 años dedicado a la investigación en Estados Unidos y es catalogado por otros colegas como un "teso" manifestó que "el honor de que fuera Medellín la plaza elegida para este procedimiento que se realiza en humanos por primera vez en el mundo, se logró gracias a las alianzas, al seguimiento del trabajo y los resultados de Corbic durante más de un año, y al apoyo del Gobierno que creyó en la importancia de traer tecnología de punta al país".
Los pacientes
De manera voluntaria y firmando un consentimiento informado, 10 pacientes del área metropolitana con enfermedad coronaria fueron los primeros beneficiarios del Corthpath, nombre del brazo robótico desarrollado por la firma norteamericana Corindus.
Algunos de ellos manifestaron su emoción, tras la intervención, con opiniones como "esta es una oportunidad única que nadie ha tenido en el mundo y gracias a Dios me tocó a mí".
Ellos no son los únicos en celebrar. Según expresó Carlos Granada, gerente de Corbic, "nos sentimos orgullosos de beneficiar a nuestros pacientes y a las aseguradoras con la utilización de tecnología de punta. Además, estamos poniendo a Colombia en el panorama mundial de la innovación en materia cardiovascular".
Entre las principales ventajas del brazo robótico se destacan la precisión, la seguridad del procedimiento, un menor tiempo de sala para el paciente, una menor exposición a los rayos X que tiene un angiógrafo, un menor uso de medios de contraste y un mínimo de tiempo postoperatorio (por lo general solo 24 horas).
Por su parte Andrés Mesa, Cardiólogo Intervencionista del Texas Heart Institute, en Houston, hizo énfasis en que "esto es solo el comienzo de lo que se viene para el país, con nuevos proyectos y tecnología de innovación".
Además, agregó Juan Andrés Delgado Restrepo, Jefe de Hemodinamia e Intervencionismo de Corbic, "este paso nos crea una oportunidad de transformación".