viernes
7 y 9
7 y 9
El derribo del Boeing 777-200 de Malaysia, por un misil, probablemente lanzado por prorrusos, es la dirección a la que todas las voces apuntan, sepan o no de aviación. Por eso el anuncio ucraniano de que el avión fue siniestrado por una descompresión tras la explosión del obús, a nadie sorprendió. En todo caso, en el gremio aeronáutico, pocos iban a oír seriamente lo dicho por el portavoz del Consejo de Seguridad de Ucrania, Andriy Lysenko.
"Una descompresión masiva por explosión" fue la causa que el funcionario señaló, basado, como dijo ayer en rueda de prensa, en estudios a las cajas negras. Con esto quedaría, argumentó, cada vez más comprobada la hipótesis del ataque con misil a la aeronave.
Investigación sigue
Frente a estas declaraciones, la Junta de Seguridad Holandesa consideró "prematura" la afirmación, y advirtió que en este tipo de investigaciones hay que tener prudencia. Se distanció, por tanto, de lo aseverado por el portavoz ucraniano.
"No puedo hacer un comentario sobre en qué fuente se basó Lysenko. No vamos a confirmar ni a decir nada sobre las cajas negras ahora mismo, por el bien de la investigación. Queremos analizar la información de diferentes fuentes antes de concluir algo y dar una visión objetiva de lo ocurrido. Llevar a la luz pública indicios no beneficia en nada la pesquisa", dijo en rueda de prensa la portavoz de dicha entidad, Sara Vernooij.
Y es que si bien expertos en aviación y seguridad aérea, consultados por El Colombiano no niegan las posibilidades de que lo establecido por Lysenko pueda ser cierto, creen que resta mucho para sacar conclusiones en el rigor que caracteriza una investigación de accidente aéreo.
"Hasta tanto no exista un pronunciamiento oficial de las autoridades aeronáuticas, todo lo demás son conjeturas. Respecto al MH17, en este momento no se ha entregado ni el informe preliminar de la investigación", advirtió Carlos Callejas, abogado, docente y controlador del Aeropuerto José María Córdova.
Julián Pínzón, piloto comercial y director de Seguridad Aérea de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac), coincide con Callejas y argumenta que el hecho de que haya tantas naciones implicadas requiere de la investigación la mayor objetividad y ética hasta el informe final, paso siguiente al preliminar:
"En ello intervienen el Estado del fabricante, el del operador, el de los países de origen y destino del vuelo, pero además el de los viajeros, etc. La investigación se cierra cuando todos los involucrados emiten el "Reporte final del accidente". Se trata de un formato oficial que incluye todos los documentos y soportes".