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Luis Fernando Chavarría salió de Ituango por una mina que lo dejó sin pierna ni mano izquierda. Pero él celebró como un campeón, así como Martín Cochise Rodríguez, Rigoberto Urán y Carlos Mario Oquendo. Luis Fernando fue otro de los campeones del Clásico El Colombiano.
Ayer, Luis y sus compañeros de Lidimant (Liga de Discapacidad Mental) se unieron en la misma fiesta con los campeones del mundo, los medallistas olímpicos y esas figuras que ven en televisión. En ellos se resume una historia que anoche festejó su cumpleaños número 40. "Es una gran felicidad para nosotros, poder terminar el clásico y estar acá con todos ellos", sostiene Chavarría, quien perdió sus dos extremidades por una mina antipersonal, pero estuvo junto a sus 10 coequiperos en la premiación en el auditorio de El Colombiano, en Envigado.
Durante una hora, los campeones se reunieron a recibir sus trofeos y contar historias. Desde el jovencito Santiago García, quien vino desde Granada siendo el más chiquito de los ganadores, hasta el veterano Cochise, ganador de los más viejos de la Senior Máster, a todos los unió el orgullo del triunfo, así como la felicidad de ayudar en este evento deportivo y social. Ellos representan a los 1.956 ciclistas que salieron a pedalear el fin de semana, el número más alto en la historia de la competencia.
"Es un acto de gratitud y de festejo. Gratitud a todos aquellos que hicieron grande este Clásico durante 40 años, y premiación a los que lo tienen renovado y remozado", sostuvo Luis Miguel de Bedout, presidente de El Colombiano.
El próximo paso será la entrega de los 120 millones de pesos a las 17 entidades beneficiadas con los dineros recogidos en el Clásico. Con esta donación llegará a un acumulado de 1.756.981.473 pesos entregados durante las cuatro décadas de ciclismo.
Hoy, cada uno de los campeones se llevó a casa su trofeo y la idea de hacer un ciclismo y una ciudad cada vez más grandes.