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El índice de hacinamiento de las cárceles colombianas, donde 116.607 presos conviven apretujados, tiene enfrentadas a la Defensoría y al Inpec.
El organismo penitenciario informó que la sobrepoblación de internos se redujo del 58,5 % (registrado el 1 de enero de 2014), al 49 %.
Y argumentó, como causa, la implementación de la Ley 1709 que reforma el Código Carcelario, por lo que "los jueces otorgaron beneficios de libertad condicional, prisión domiciliaria y suspensión de la pena a 18.732 internos y se han creado 489 nuevos cupos". Eso implicó la reducción de la sobrepoblación en 3.989 personas con relación a diciembre de 2013.
Para la Defensoría, hay errores en la apreciación del Inpec, porque, según su comunicado, "desconoce la influencia de situaciones como la Operación Reglamento que hace más de 2 meses adelanta la guardia en 23 establecimientos, donde se alberga a un tercio de la población reclusa, es decir entre 50 y 60 mil personas".
Para esta entidad, hay cuestiones de coyuntura que inciden en la supuesta reducción del índice y que "son ajenas a las medidas judiciales que atribuye el Instituto".
Entre esos hechos, señala que la decisión de La Guardia, de no permitir el ingreso de más presos por el hacinamiento, generó gran congestión en las estaciones de Policía y los calabozos de las Unidades de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía. Teniendo en cuenta a estos detenidos, el índice de hacinamiento total, para la Defensoría, es de 53 %.
Y también cuestiona lo de los "nuevos cupos", pues al parecer lo que ocurre es que espacios diseñados para otros fines están siendo convertidos en celdas, como en la cárcel de Riohacha, donde la capilla se volvió un dormitorio.