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La vocación ganadera de una amplia zona de la subregión y el cumplimiento de las normas sanitarias y ambientales, presionaron uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos que están en marcha: el Frigorífico del Nus.
En un lote de 6.000 metros cuadrados, cerca del río Nus, avanza la obra en su segunda etapa con una inversión de 2.900 millones de pesos, aportados por la Gobernación y los municipios socios: Caracolí, Maceo y San Roque. También impactará a poblaciones vecinas como Yalí, Cisneros y Santo Domingo.
La idea, sostiene Juan Fernando Uribe, ingeniero residente, es optimizar todo el proceso de sacrificio con la normatividad Invima y ser pioneros en procesos industriales en la zona con los máximos estándares de calidad.
El proyecto comprende un cambio estructural a lo que se había desarrollado en una primera etapa: dos plantas en un mismo espacio.
Ahora se desmonta la rielería que estaba instalada para dos plantas y se habilitarán de manera individual las de porcinos y bovinos.
También se hacen variaciones a las tuberías de acueducto y alcantarillado que se habían instalado.
Al evaluar el cronograma, el ingeniero advierte cumplimiento y precisa avances en la estructura de la planta de porcinos, y en las fundaciones para la de bovinos, de la cual ya se perfila lo que serán los corrales y la portería.
Otro valor del proyecto será la construcción de la planta de potabilización (antes del edificio) y de tratamiento de aguas residuales antes de vertirla al caudal del río Nus.
La meta es estrenar el frigorífico en enero de 2011.