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Tal vez no aplique para los políticos colombianos que olvidan hoy lo malo que hicieron ayer y lo que les causa horror en el pasado ahora no, pero hay avances que no se pueden pasar por alto porque tarde que temprano cambiarán al ser humano mucho más de lo que se puede prever.
Científicos lograron romper la asociación de un recuerdo con la emoción asociada. Algo así como asustarse cuando se recuerda la primera cita con la pareja. O sentirse bien al recordar un accidente fatal.
El avance se publicó esta semana en Nature y aunque se hizo con ratones, el objetivo final es claro en estas investigaciones: el ser humano.
Va en la misma línea de otro artículo de hace tan solo tres meses: crearon una memoria, luego la borraron y después la volvieron a crear. Qué extraña sensación: vivir lo que no se ha vivido.
Todo esto con el uso de la optogenética, desarrollo más bien reciente con el cual se usa luz para controlar la actividad de las neuronas.
En el primer caso se logró identificar el circuito que une los recuerdos con las emociones, que conecta el hipocampo con la amígdala. Abre las puertas al desarrollo de drogas para tratar desórdenes como el estrés postraumático, y a métodos para que alguien recuerde con más fuerza lo positivo que lo negativo, y permite la manipulación de la mente en niveles no vistos hasta ahora, una situación inherente a muchos avances de la ciencia: depende de como se use.
Surgen también consideraciones sobre su aplicación. La más simple: ¿cuándo borrar un recuerdo o reforzarlo?
Se vienen además a la cabeza esos programas de control de la mente de personas "indeseables" o contrarias al régimen que tuvieron y mantienen distintos gobiernos antes, durante y después de la guerra fría (claro que a puro garrote y sin optogenética).
Los dos avances citados sobre la manipulación de recuerdos (¿qué tal en un testigo clave?) son apenas el abrebocas a una serie de descubrimientos en camino.
El cerebro es el órgano clave y el menos conocido. Por eso iniciativas europeas y norteamericana para estudiarlo en mayor detalle y descifrar esa "caja" misteriosa para tratar un sinnúmero de enfermedades mentales (o provocarlas).
En un mundo cada vez más dividido en lo político y hasta en lo religioso causa inquietud saber en qué se aplicarán los descubrimientos.
Eso sí, en Colombia no servirán: acá políticos y gobernantes truecan recuerdos a conveniencia desde hace mucho.