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Venezuela se sumergió ayer en una nueva campaña electoral dominada por la presencia del fallecido gobernante Hugo Chávez, quien se convirtió en la principal bandera del oficialismo para garantizar la supervivencia de la "revolución bolivariana".
Mientras el presidente encargado y candidato oficialista Nicolás Maduro inició su campaña con un acto familiar a ritmo de joropo llanero en el patio de la casa donde se crió Chávez, Capriles lanzó su segundo asalto desde la petrolera ciudad de Maturín, donde prometió una frenética gira en la que dejará el pellejo para poner fin a 14 años de Gobierno socialista.
Los actos de ambas campañas fueron multitudinarios. "Yo voy a ser Presidente de este país porque él (Chávez) lo ordenó", aseguró Maduro desde Sabaneta de Barinas, el pueblo natal de Chávez en las llanuras del suroeste del país.
En medio del encuentro Maduro relató que durante la mañana visitó una pequeña capilla y se encontró con un "pajarito chiquitico" con el que compartió silbidos y que le hizo recordar a Chávez. "Yo sentí el espíritu de él y lo sentí ahí como dándonos una bendición, (y) diciéndonos: hoy arranca la campaña; vayan a la victoria".
Ayer, las encuestas le daban al exchofer de autobús de 50 años una ventaja de al menos 10 puntos sobre su contendor en la intención de voto para las elecciones del 14 de abril.
"Sentimos a Chávez como un padre. El marcó nuestra vida, por eso venimos a hacer un compromiso y un juramento en esta tierra que lo vio nacer, de no fallarle nunca", agregó Maduro, quien asegura ser el único que puede garantizar los programas sociales del mandatario y la continuidad de su movimiento político.
A bordo del mismo camión rojo que utilizó Chávez, el excanciller inició un recorrido que termina en Caracas, emulando la última campaña de su mentor, que lo llevó a ganar en octubre un nuevo mandato que no llegó a asumir.
Capriles, a todo gas
El joven gobernador Capriles, por su parte, volverá a recorrer cada rincón de la geografía venezolana buscando captar el voto de aquellos que sólo confiaban en Chávez, aunque analistas advierten que le será difícil neutralizar la emocionalidad que rodea a los comicios por la muerte del presidente.
El asesor de la campaña de Capriles Oswaldo Ramírez dijo a aAP que el candidato opositor "va a confrontar a los responsables de la política pública y de los 14 años de mala gestión sin tocar con una pluma a Hugo Chávez porque ahora Hugo Chávez es la espada de Demócles de la oposición, no puedes atacarlo."
Ramírez admite que a Capriles le costará captar el voto de millones de venezolanos que creen que la responsabilidad del gobierno es satisfacer sus necesidades básicas y que son bombardeados a diario con el mensaje de Maduro en la prensa controlada por el estado.
El político de 40 años asegura a los venezolanos que más allá del difícil momento por la desaparición de Chávez los problemas del país deben ser abordados con urgencia.