viernes
7 y 9
7 y 9
Al cierre de esta edición trascendió que definitivamente no hubo ningún acuerdo para frenar el cese de pagos en el que entra Argentina por su millonaria deuda financiera, que lleva a cuestas desde 2001, y concretamente a causa de los fondos buitre. Dos días llevaban sin avances el ministro de Economía y Finanzas Públicas de dicho país, Axel Kicillof, con el abogado Daniel Pollack, mediador del juez estadounidense Thomas Griesa, encargado del caso.
El intrincado lío en que se encuentra el gobierno de Cristina Fernández y su país, se puede explicar mediante una serie de puntos clave que marcaron esta debacle financiera.
1. facturas de UNa deuda de más de 13 años
Los orígenes de la millonaria obligación que tiene Argentina remontan incluso hasta 1998, a los años finales del mandato de Carlos Menem en dicho país. Para el 99 el déficit fiscal de la nación era de 7.350 millones de pesos argentinos y la deuda externa se ubicaba alrededor de los 120.000 millones de dólares. Fernando de la Rúa asumió como presidente en diciembre del mismo año, y de entrada empezó a aplicar duras medidas.
Una de ellas fue la que devino en el denominado "corralito", al decretar la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros, temiendo una masiva corrida bancaria dada la especulación que se formaba alrededor de un posible cese de pagos.
Esto solo empeoró la situación de la economía argentina, y efectivamente, para diciembre de 2001 Argentina no podía pagar 93.000 millones de dólares de deuda externa. Una reestructuración era necesaria, algo que logró poner en marcha ya el 14 de enero de 2005, bajo el mandato de Néstor Kirchner.
Giovanni Reyes, doctor en Economía de la Universidad de Pittsburgh y docente de la Universidad del Rosario, explicó en qué se basó esa medida:
"La reestructuración consistió en que el gobierno ofreció a los tenedores de la deuda que solo les podían pagar aproximadamente entre el 40 y 50 por ciento de los fondos y se los tenían que ir abonando secuencialmente. El 76 por ciento estuvo de acuerdo en ese momento. Luego, en 2010, otra reestructuración logró que el 93 por ciento del total se pusiera de acuerdo".
2. El núcleo del problema: los fondos buitre
Ese 7 por ciento restante no era nada despreciable y prueba de esto es que ayer le pasó factura a la Argentina. Tal como explicó Reyes, esa acreencia que restaba vendría a conformar los llamados fondos buitre. "Los que no estaban de acuerdo comenzaron a vender deuda en mercados secundarios y terciarios. Según el gobierno argentino, con esto los propietarios de dichos fondos la recuperaron, aún desvalorizada, hasta en un 20 por ciento", explicó.
"Ellos respondieron que no, que lo que importa es que Argentina pague lo que debe desde 2001, con intereses. Por este motivo fueron ante el juez estadounidense Thomas Griesa. Estos son los llamados fondos buitre", agregó.
3. salidas que se contemplaron en nueva york
La negociación que tuvo lugar por estos días abordó distintas ofertas del gobierno argentino para dar con una salida temporal al problema, pero que evitara al país entrar nuevamente en default (cese de pagos), tras lo ocurrido en 2001. Una de estas ofertas era que la banca privada argentina o de países aliados comprara dichos fondos y pudiera negociar más fácil.
"Esa fue una posibilidad que se ofreció. Lo que se planteó es que se concertara con los tenedores de la deuda y se compraran los fondos. La idea fue ofertar alrededor de un 40 por ciento de la deuda y estos nuevos tenedores de los papeles pudieran llegar más fácilmente a un acuerdo con Argentina. El problema fue que los propietarios de los fondos pidieron el 100 por ciento", dijo Reyes.
4. ¿Qué pasará ahora bajo el default?
Incluso antes de que se supiera del fracaso de la negociación, ya la agencia Standard & Poors reducía la ya precaria calificación crediticia del país a "Default Selectivo", citando que no cumplió el 30 de junio con el pago de 539 millones de dólares en intereses de bonos Discount.
Esto ya implicaba consecuencias, pero Reyes resumió lo que ocurrirá: "Llega la moratoria y se tendrán que tomar medidas de ajuste porque los acreedores que todavía tenían confianza lo más probable es que vayan a reaccionar".
No obstante, el economista considera que "tampoco es el fin del mundo", y prueba de esto es que "moratorias ya hubo en países como México en agosto del 1982, lo que inauguró la década perdida, donde sin embargo iniciaron procesos de ajuste macroeconómico".
Desde Buenos Aires, Vicente Palermo, doctor en Ciencias Políticas por la U. Complutense de Madrid e investigador del Centro de Investigaciones Políticas, ve el mandato de Fernández seriamente afectado por el cese de pagos: "Hay un panorama claramente desfavorable. El gobierno intentará salir del paso polarizando pero políticamente se va a quedar sin libreto".