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La Policía Antinarcóticos halló y destruyó un astillero de sumergibles artesanales fabricados para el transporte de drogas en una selva frente a las costas del departamento de Nariño.
Un grupo de 50 agentes, apoyados por helicópteros, ingresó a "un territorio selvático (...) en jurisdicción del municipio de Tumaco, para ubicar y descubrir un astillero ilegal que los traficantes habían acondicionado para construir sumergibles", señaló un comunicado policial.
El Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, que interceptó a varios de estos submarinos en las últimas semanas en aguas internacionales, llama a estos vehículos subacuáticos como "naves semisumergibles de autopropulsión" (SPSS, por sus siglas en inglés).
El astillero descubierto contaba con toda la infraestructura necesaria para poder forjar los moldes de las partes de estos sumergibles, que luego eran armadas y a las que se acoplaban los motores, antes de las pruebas de flotabilidad, impermeabilidad y funcionamiento.
Según las fuentes, los narcotraficantes, invirtieron en el montaje de esta instalación una suma superior a los 1,5 millones de dólares.
El lugar contaba también con una zona para alojar a más de 20 personas, un área de cocina, una batería de sanitarios y un sistema de construcción intercomunicado por caminos elevados en postes y pisos de madera.
Las fuentes no informaron de detenciones ni de a qué organización pertenece la fábrica de estos vehículos subacuáticos, pero sí de la incautación de elementos utilizados en su fabricación, como unos 2.000 litros de resina y 30 láminas de fibra de vidrio.
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También fue hallado uno de los sumergibles, muy difíciles de detectar en radares.
El vehículo contaba con un motor empotrado de gran potencia y, según la policía, "estaría listo en menos de un mes", para "navegar y mover un cargamento de más de cuatro toneladas de drogas".
El pasado 16 de septiembre, autoridades estadounidenses capturaron un submarino artesanal de 22 metros de largo con más de seis toneladas de cocaína y a sus cuatro ocupantes colombianos en aguas internacionales del Pacífico.
Tres días más tarde en Washington, se informó de que un avión de la Marina y una nave del Servicio de Guardacostas de E.U. participaron en la incautación de otro sumergible cargado con siete toneladas de cocaína.