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La ilusión de mejorar el tercer lugar alcanzado en Emiratos Árabes Unidos-2003, la mejor presentación de Colombia en ocho participaciones mundialistas de la categoría sub-20, se apagó ayer en Turquía.
El equipo dirigido por Carlos Piscis Restrepo, en un discreto partido, igualó 1-1 con Corea del Sur hasta el tiempo suplementario (120 minutos) y en los lanzamientos desde el punto penalti cayó por 8-7.
Tras recibir un gol tempranero del campeón asiático, a los 16 minutos por intermedio de Song Juhun, el conjunto tricolor nunca pudo superar el bloque defensivo del rival que siempre le apostó al contragolpe.
Las entregas erráticas, los pelotazos y la mala definición prolongaron la angustia colombiana que terminó en el tiempo de reposición (94 minutos), cuando Juan Fernando Quintero, sin duda uno de los mejores jugadores del certamen, le regaló su tercera joya al Mundial al convertir, de tiro libre, la paridad.
Visiblemente cansados, los dos equipos dejaron que los 30 minutos suplementarios transcurrieran para definir la clasificación a cuartos de final desde los 12 pasos. Y tras los 18 lanzamientos, Corea del Sur fue más efectivo: apenas falló uno de nueve, mientras que Colombia botó dos.
Así fue el epílogo de esta nueva incursión internacional del fútbol criollo, que llegó con el rótulo de campeón suramericano, que pasó a segunda ronda como líder de su grupo y por momentos hizo soñar a la afición.
Pero para aspirar a más se necesitaba la jerarquía que faltó este miércoles para resolver el juego en los 90 minutos ante un rival que pasó tercero de su serie, y que futbolísticamente no es más que Colombia.
Ayer, en esa que muchos llaman lotería desde los penaltis, muchos evocaron las finales de la Copa Libertadores en las que Nacional (1989) y Once Caldas (2004) alcanzaron la gloria por esta vía. Colombia llora la eliminación y el Mundial la ausencia de Quinterito que no estará más con su talento.