<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
HISTÓRICO
Colombia es el que menos gasta en educación básica en América Latina: Ocde
  • Colombia es el que menos gasta en educación básica en América Latina: Ocde | Foto: Archivo
    Colombia es el que menos gasta en educación básica en América Latina: Ocde | Foto: Archivo
La República | Publicado

El más reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), sobre la educación, muestra que el gasto público de Colombia en el ciclo básico es menor al de los demás países latinoamericanos evaluados: Chile, México, Argentina y Brasil. El gasto anual por estudiante (por paridad de poder adquisitivo del Producto Interno Bruto) ha sido de US$ 2.041 para el nivel de educación básico, casi un tercio de lo que se ha invertido en terciaria: US$ 6.882.
 
Rosa Julia Guzmán, directora de la Maestría de Pedagogía de la Universidad de la Sabana, comentó que “entre más invertimos en la educación básica, más alta será la tasa de retorno. Está probado que en los primeros años es cuando más se aprende. Además, estos años perdidos son muy difíciles de recuperar.” Por estas razones, señaló que el Gobierno debe destinar más recursos en el ciclo básico.
 
Además, en Colombia el gasto público anual, por estudiante, de las instituciones públicas es de US$ 1.063, menor que el que se destina a los de las escuelas privadas (US$ 1.838), según el estudio. Estas cifras son tomando en cuenta la paridad de poder adquisitivo respecto del PIB. Los datos locales difieren mucho de los de Chile, cuyo sistema educativo público recibe US$5.152 por estudiante y cuyos institutos privados reportan US$2.324.
 
César Ferrari, profesor titular de Economía de la Universidad Javeriana, explicó que ya que gran parte de la población colombiana está bajo el sistema público de educación, esto no es buena señal porque significa que la calidad es reducida en este tipo de escuelas. Por esto, el experto indicó que la Ocde va a presionar para que haya un mayor gasto público enfocado en mejorar esta calidad.
 
“Por primera vez ha empezado un organismo importante, al cual el Gobierno se quiere adherir, a traer a la luz estos temas. Cada vez con más fuerza estas cosas comienzan a aflorar: mala educación pública, bajo gasto público, presionando a las autoridades a que modernicen el país. Esto, necesariamente, va a desembocar en una necesidad de ingresos fiscales que se logrará a través de una mayor recaudación tributaria” dijo.
 
Que el gasto público sea muchísimo más elevado en el sistema educativo privado que en público, también es la principal fuente de inequidad social. Esta brecha entre la calidad de la educación que dan las instituciones de carácter privado y las públicas, viene acompañada del hecho de que, de entrada, los niños de estratos más altos llegan con más bagaje cultural a las instituciones privadas que la mayoría de niños de su edad.
 
Otro dato llamativo, a pesar de que no se puede hacer un comparativo completo entre todos los países, es lo bajo que es el porcentaje de jóvenes entre 15 y 19 años que están inscritos en el sistema educativo. En Colombia, menos de la mitad de personas en este grupo de edad están inscritos (43%) frente a Chile que tuvo el resultado más favorable de los cinco países latinoamericanos (76%).
 
La docente atribuyó este fenómeno a dos causas principales: “la primera razón es social y se traduce en un alto índice de pobreza que lleva a los jóvenes al abandono escolar. El segundo motivo es la presencia de una escuela que no ha sido capaz de interpretar el contexto y las necesidades de esa sociedad”. Se trata de sistemas educativos obsoletos, métodos de evaluación punitivos, entre otros.
 
Retos para la educación media y superior
Ciro Parra, director del grupo de investigación de Economía de la Universidad de la Sabana, indicó que tanto el sistema de educación media como el de educación superior deben definir bien sus objetivos. El primero debe determinar si prepara al alumno para el mundo laboral o universitario. Es decir, si su finalidad es académica o laboral. El segundo debe aclarar cuáles son los niveles y los perfiles que lo componen, ya que tienden a ser muy etéreos y muchas veces, acaban considerándose como prerequisitos unos de otros y se da una gran confusión entre los niveles técnico, tecnológico y profesional.

x