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Su reciente nombramiento entre las 26 personas del Panel de Expertos de Alto Nivel, que elaborará la agenda de Desarrollo post 2015 de Naciones Unidas, la catapultan como una de las personalidades colombianas más reconocidas en la diplomacia del hemisferio. Al cumplirse mañana 7 de agosto, dos años de su labor al frente de la política externa colombiana, la ministra de Relaciones Exteriores, María Angela Holguín Cuéllar, habló con EL COLOMBIANO sobre las metas logradas, de lo que todavía le queda por hacer y del litigio con Nicaragua.
¿Qué piensa de la renuncia del excanciller Guillermo Fernández de Soto del equipo diplomático para el caso Nicaragua?
“En primera instancia entramos en una etapa en que Colombia debe entender lo que pasó en estos últimos 11 años con el litigio, porque no se ha dicho lo suficiente. A mí me parece que el agente Julio Londoño Paredes y el coagente Guillermo Fernández de Soto son las personas indicadas para hacer estas explicaciones en diferentes foros que requiere el país. Por eso lamento la partida de Fernández, porque todavía lo necesitábamos”.
¿Entonces le generó incomodidad su salida?
“Sí me parece que se da en un momento inoportuno. Aunque él dijo que se va para la CAF y que estará listo para cuando lo requiramos de nuevo, yo creo que su salida se da en un tiempo inadecuado. Reitero que fueron 11 años de trabajo donde hubiera sido bueno que él culminara todo el proceso con la decisión de la Corte Penal Internacional, pero es una opción personal y hay que respetarla”.
¿A propósito, la desvela esa decisión del Tribunal?
“Para nada porque por más de una década ha habido una política de Estado alineada, con los gobiernos preocupados en defender la soberanía en los cayos y eso me deja tranquila. Durante los gobiernos de los presidentes Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos no hubo ningún cambio frente a la legítima defensa de la soberanía sobre los cayos Roncador, Quitasueño y Serrana. De hecho la Corte en 2007 fue muy clara en decir que el meridiano 82 nunca se constituyó como límite marítimo y eso es lo que vamos a definir”.
¿Pero quién dijo que el meridiano 82 es el límite marítimo?
“Si uno va a ver nunca se logró constituir el límite marítimo con Nicaragua, lo intentó en su momento el presidente López Michelsen pero no se logró. Sí logramos establecer un tratado fronterizo con Jamaica, con Costa Rica, con Panamá, con Honduras, recientemente con Ecuador, pero con Nicaragua nunca se hizo. Sólo hasta que nos demandó ante La Haya se agitó el asunto. Pero la Corte ha sido clara al decir que el meridiano no era un límite marítimo y que había que trazarlo”.
Si el límite se traza más acá de San Andrés, ¿perderíamos el archipiélago?
“Para nada, si por alguna razón llegase a pasar esto, San Andrés quedaría como un enclave, seguirá siendo territorio soberano de Colombia”.
En estos dos años de trabajo como ministra de Exteriores, ¿qué es lo que más destaca de su gestión?
“Yo vivo muy satisfecha con el trabajo que hemos venido haciendo en las fronteras, el país poco lo conoce pero es muy bonito porque es la verdadera integración, la de las personas a lado y lado, no tanto entre los gobiernos. La real integración es la que viven los pobladores fronterizos, por eso hemos venido haciendo un trabajo importante en las fronteras de Venezuela y Ecuador. También lo hemos hecho en San Andrés, en Chocó, hicimos un primer taller en Leticia, estuvimos en Guainía en la Triple Frontera con Brasil y Perú, donde pocas veces ha llegado el Estado con proyectos sociales como estos”.
¿De dónde sacó esa receta?
“Cuando fui embajadora en Venezuela y cuando conocí de cerca lo que pasaba en la zona de frontera, confirmé que si uno no le trabaja a la calidad de vida de las personas que la habitan se pierde el objetivo. Hay que ayudarles con inversión social”.
¿Qué piensa del reciente informe del Departamento de Estado de E.U. que denuncia el aumento del terrorismo en Colombia?
“Yo creo que las cosas malas son mínimas pero dice también cosas buenas. Por ejemplo dice que en los últimos 10 años se han disminuido los grupos armados, pero reconozco que todavía hay mucho por mejorar”.
¿Considera que nos ha faltado carácter con Venezuela para detener la presencia guerrillera y el tráfico de drogas en frontera?
“Nosotros venimos trabajando con Venezuela sin parar, específicamente los ministros de Defensa y las Fuerzas Armadas han aumentado la cooperación y el diálogo. Si uno mira lo que se ha trabajado en el tema del narcotráfico, con la extradición de narcos, es una labor positiva”.
En ese orden de ideas, ¿cómo es su relación con el Canciller venezolano?
“La relación con Nicolás Maduro es cordial. Hay buen diálogo, hablo con frecuencia con él porque tenemos mesas de trabajo destinadas a temas como energía, proyectos de frontera, comercio, seguridad. De hecho tengo pendiente una nueva reunión con él para revisar lo que se ha hecho a nivel de infraestructura en la frontera”.