Al apartamento de Fernando Carmona
empezó a llegar el agua como turbia desde el pasado lunes, lo que le generó inquietud porque no es una situación normal.
Residente en Gualandayes, en Envigado, lo cierto es que la coloración en el agua se registra por estos días también en los municipios de Sabaneta y La Estrella, incluyendo parte de la zona sur de Medellín.
No hay riesgo para la salud, respondió tajante Santiago Ochoa, vicepresidente de Aguas y Saneamiento de EPM.
Explicó que al estar el nivel del agua tan bajo y, sobre todo por la gran radiación solar, por tanto calor, el
sol calienta el agua y puede hacer que proliferen algas que le dan sabor, color y olor al agua natural.
“Eso obliga a hacer cambios en los procesos de potabilización en la planta, precisamente evitando que se puedan presentar dificultades para la salud.
La estabilización de esos procesos ha hecho que se produzca un poco más de color en el agua”, explicó el funcionario.
Dijo que es natural
la extrañeza de los usuarios del servicio de acueducto, en virtud de que el estándar de EPM siempre ha sido alto.
Cualquier cambio, afirmó, lo perciben inmediatamente.
Añadió Santiago Ochoa que las normas
en Colombia permiten que se llegue a 15 unidades de color.
“Nosotros, lo tradicional, es que estemos en dos unidades para abajo y hemos llegado a tener 7 en algunas partes de la ciudad, pero
están dentro de la norma de seguridad”, indicó el vicepresidente de Aguas y Saneamiento de EPM.
En un comunicado público Empresas Públicas de Medellín señaló que el incremento en el color, que incide en el aspecto visual del agua, no sobre la salud, se debe al cambio de la calidad del líquido que ingresa a la planta de potabilización La Ayurá, que abastece a esta zona del Área Metropolitana.
Agregó que
está llegando con mayor contenido de manganeso.