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Sobre las 4:30 p.m. de este viernes terminó de sacarse el gas metano, se oxigenó la mina y comenzó finalmente el proceso de extracción de agua de la mina Carbones, en Amagá, donde doce mineros quedaron atrapados desde la tarde del pasado jueves.
Cuadrillas de seis personas, que se relevan cada tres horas, trabajan de manera incansable con una motobomba para evacuar de la mina la gran cantidad de agua que causó la inundación y poder dar finalmente con el paradero de los cuerpos de los mineros atrapados.
Hasta el sábado y domingo estiman los equipos de rescate que hacen presencia en la zona que podría demorarse este proceso de extracción.
Las familias de los doce mineros desaparecidos se encuentran aisladas de los medios de comunicación y bajo la protección de la Cruz Roja, que los acompaña y direcciona en este momento trágico.
Las probabilidades de encontrar sobrevivientes se desvanecieron en la mañana de este viernes cuando se conoció la gravedad del accidente y las condiciones técnicas de la mina.
Esta no es la primera vez que una tragedia relacionada con minería sucede en el Suroeste antioqueño, en junio de 2010, 73 mineros perdieron la vida en el socavón San Joaquín, de Carbones San Fernando, también en el municipio de Amagá.