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Será por lo rara que es tan especial. Desde hoy al anochecer hasta el sábado al amanecer la esperada lluvia de meteoros de las Gemínidas estará bien activa.
Aunque hay Luna que opacará cierta cantidad de meteoros, como por lo general son tan brillantes de todas maneras se verá un buen número donde el clima lo permita, recuerda Robert Naeye, editor de Sky & Telescope.
El pico de la lluvia será la noche-amanecer de viernes a sábado, pero desde hoy vale la pena mirar hacia arriba.
Aunque a lo largo del año casi todos los meteoros de las lluvias se deben a residuos dejados por diferentes cometas, las Gemínidas provienen del asteroide 3200 Phaeton, que fue un cometa hace mucho tiempo.
Mide unos 5 kilómetros y se acerca al Sol cada 17 meses más o menos, calentándose hasta 700 grados. Cuando el calor es más intenso, suelta trozos que se convierten luego en los meteoros que entran a la atmósfera.
A diferencia de otras lluvias, esta se puede comenzar a ver cuando oscurezca, indica Alan MacRobert, también de aquella revista.
Los expertos en el tema dicen que década tras década las Gemínidas se han fortalecido, observándose por lo general más de 100 por hora. El año pasado fueron más de 120.
Los meteoros de esta lluvia son lentos. Ingresan a la atmósfera a unos 36 kilómetros por segundo, la mitad de otros como los de las Perseidas.
El color es amarilloso y brillante. A pesar de que la Luna acompañará durante casi toda la noche, se ocultará antes del amanecer abriendo una ventana oscura que permitirá verlos con mayor facilidad, según Bruce McClure, editor de EarthSky.com.
El nombre de una lluvia se debe a la constelación de la cual parecen surgir los meteoros. En este caso Géminis.
Para observar no se requiere equipo óptico, que limita la visión. Lo mejor: ir a un sitio muy oscuro, abrigarse y tenderse sobre una manta en el suelo. No hay que conocer la constelación ni mirarla, pues por todas partes pueden aparecer.
Un espectáculo anual que vale la pena.