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HISTÓRICO
Volvió la alegría a los Calvo
  • El soldado profesional Josué Daniel Calvo caminó luego de bajarse del helicóptero. | AP y Colprensa | El soldado profesional Josué Daniel Calvo no utilizó la silla de ruedas para su desplazamiento. Caminó por la pista acompañado de su familia.
    El soldado profesional Josué Daniel Calvo caminó luego de bajarse del helicóptero. | AP y Colprensa | El soldado profesional Josué Daniel Calvo no utilizó la silla de ruedas para su desplazamiento. Caminó por la pista acompañado de su familia.
Juan Carlos Monroy Giraldo | Publicado

Un fuerte abrazo del soldado Josué Daniel con su padre Luis Alberto Calvo y su hermana Nubia se dio en el aeropuerto Vanguardia, de Villavicencio.

Caminando, aunque cojeando y ayudado por un bastón improvisado, el soldado Calvo estaba sonriente. Contrario a las versiones de las propias Farc, indicando que el soldado estaba muy enfermo y no podía desplazarse, el soldado descendió por sus propios medios de la aeronave, aunque el CICR había previsto el uso de una silla de ruedas.

El uniformado, que vestía una camiseta azul, pantalones oscuros, tenis negros y con el cabello muy corto, caminó junto a sus familiares varios metros hasta el hangar de la terminal y no formuló declaraciones de inmediato. Su tía Gladys Calvo también caminó a su lado por la pista del aeropuerto.

El soldado calvo fue saludado por un militar y por el alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl.

Luego, como estaba programado, fue llevado a un sitio donde le realizan una revisión médica, al tiempo que se reunía con sus familiares.

Mientras tanto, en la pista aérea todo es alegría, porque incluso los integrantes de la misión humanitaria de Brasil y del CICR, se tomaron fotos cerca del helicóptero en el que fue llevado a la libertad el soldado Calvo.

Piedad Córdoba dijo que hubo dificultades
La senadora Piedad Córdoba informó que sobrevuelos en la zona por poco impiden el operativo.

"Hubo dificultades de sobrevuelos de 6 de la mañana a las 9 de la mañana, fue una circunstancia un poco difícil, pero con la diplomacia de la Cruz Roja, la intervención de monseñor (Leonardo Gómez Serna, obispo de Magangué) y la mía superamos un momento que pensamos iba a obstaculizar" el operativo, dijo.

También indicó que según los guerrilleros de las Farc los sobrevuelos se hicieron de las 6 de la mañana hasta las 3 de la tarde del sábado.

La liberación se hizo en una localidad llamada Santa Lucía, en el municipio de Puerto Rico, Meta.

En su declaración a los medios, la congresista anotó que el soldado venía emocionado y que se había mareado en el vuelo.

Dijo que en sitio de la entrega había muchos guerrilleros, que no cuantificó, así como "gente de pueblo" y que realizaron una oración.

Sin embargo, pese a sus denuncias, Piedad se solidarizó con el presidente de la República, Álvaro Uribe, y dijo que "conozco la presión que tiene el Presidente por hechos como los de Buenaventura, circunstancias que no se deberían repetir, no sé si fueron las Farc, pero todo eso nos obliga a buscar la paz rápidamente e insistir en ella".

Esta vez no hubo más desilusiones ni prórrogas para el anhelado reencuentro. A la 1:10 de la tarde, Josué Daniel Calvo descendió del helicóptero y antes de dar el primer paso, su padre y hermana ya lo rodeaban para sellar con un abrazo el regreso a la libertad.

Dos horas antes, la aeronave brasileña lo había sacado de las selvas del Meta, cerca a una vereda de Pueblo Rico, para dejar atrás 11 meses y 8 días de cautiverio.

Durante el viaje, tal vez por el vértigo o una mezcla de emociones, Calvo sintió mareos y vomitó.

Tras el abrazo de bienvenida, el soldado caminó sobre la pista de aterrizaje del aeropuerto de Villavicencio apoyado en un palo improvisado como bastón, que reveló la lesión que le dejaron cinco impactos de bala en sus piernas, luego del combate en el que cayó cautivo.

A cada lado del recién liberado, su padre Luis Alberto y su hermana Nubia se agarraban a él con fuerza. Lo siguiente que hicieron fue reunirse en familia y en privado, lejos de las cámaras.

Treinta minutos después, Calvo reapareció a la vista de todos, pero vestido con el camuflado pixelado del Ejército. No respondió preguntas a los periodistas y permaneció abrazado a su hermana.

Toda la alegría de la liberación, la reflejó el padre del militar liberado. "Estoy muy contento porque llegó la alegría de la casa, porque estoy aquí con él", dijo el humilde campesino. Luego agradeció en público a Dios, al Gobierno, a la delegación brasileña y a la senadora Piedad Córdoba por la liberación de su hijo.

Sobre el drama del secuestro que padeció la familia fue corto de palabras, pero claro: "Esto fue una cosa muy atroz, algo que no tiene sentido. Lo pasado no nos interesa, ahora lo importante es lo nuestro".

En un acto de generosidad pidió pruebas de supervivencia de otro grupo de uniformados y civiles secuestrados, mientras mostraba la foto de Carlos Arturo Hurtado. También leyó una lista con nombres de uniformados de los que no se sabe de su paradero: Juan Diego Ángel, Walter Arbeláez Reyes y Julio César Gómez.

Puertas al acuerdo
El operativo de liberación sirvió también para un nuevo llamado por parte de la Iglesia en favor de un intercambio humanitario y una salida negociada al conflicto.

El obispo de Magangué, monseñor Leonardo Gómez Serna, integrante de la comisión humanitaria, aprovechó su contacto con los guerrilleros para enviar una propuesta de paz al Secretariado.

"Tuve ocasión de compartirle a las Farc que Colombia no quiere más guerra, necesitamos una salida política, porque estamos convencidos de que con guerra no hacemos nada", dijo el prelado.

Y unas horas después el presidente Álvaro Uribe respondió sobre la posibilidad de un intercambio humanitario, con el mismo argumento que ha tenido sobre el tema. "El Gobierno ha facilitado liberaciones, ha hecho rescates y no se opone al acuerdo humanitario, siempre y cuando no sea para devolverles delincuentes a las Farc".

Uribe agregó que en cualquier proceso se requiere de la buena fe. "Avanzar en acuerdos de paz en medio de carro bombas, es inclinarse ante el terrorismo, sin conseguir la paz. Invito a mis compatriotas a reflexionar sobre la necesidad de que lo primero que se necesita para un acuerdo de paz, es buena fe".

Al final de la jornada, la senadora Piedad Córdoba reiteró que mañana se producirá la liberación del sargento Pablo Emilio Moncayo. Para tal fin las aeronaves brasileñas y la comisión humanitaria llegarán hoy a Florencia (Caquetá). Dijo, además que esta será la última liberación unilateral de las Farc.

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