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El Contralor General, Julio César Turbay, calificó este martes como indigna y degradante la situación que se vive en buena parte de las cárceles del país.
El informe en el cual se tuvieron en cuenta las concidiones de 76.471 internos establece que algunos reclusos carecen de atención médica y sufren por un suministro de agua deficiente. Señala que en algunas edificaciones como en la cárcel de Jamundí, no entra la luz, y en otros los lugares para las visitas conyugales son reducidos.
La situación de las cárceles en Colombia ha sido y sigue siendo muy preocupante, por el incumplimiento reiterado de las exigencias de respeto a la dignidad de los reclusos y aplicación de programas de resocialización, expresadas en diversos tratados internacionales ratificados por el Estado, y que por lo tanto hacen parte del bloque de constitucionalidad colombiano”, afirmó el Contralor al instalar el foro Cárceles Desbordadas.
Las cárceles Modelo y La Picota en Bogotá; Bellavista en Medellín; Vista Hermosa en Cali; y las de Santa Marta y Barrancabermeja, registran un hacinamiento por encima de 100 por ciento.
Miguel Ceballos, viceministro de Justicia, reconoció las falencias señaladas por el contralor, pero dijo que se debían en parte a "muchos años de atraso en la actualización de la infraestructura carcelaria". El funcionario explicó que para paliar ese hacinamiento el Estado construye 11 nuevas cárceles, cuyo costo se calcula en un billón de pesos y que estarían liasta a mediados de 2010.
Sin embargo, Turbay señaló que el cronograma de entrega no se ha cumplido y esto ha representado incrementos en los costos de unos 90.000 millones de pesos. Cada vez es más difícil habitar en las cárceles y el hacinamiento de enero de 2007 a agosto de 2009 pasó del 15 por ciento al 36 por ciento