Los crímenes contra el medioambiente, que cada año mueven 213 mil millones de dólares,
están ayudando a financiar las actividades de milicias y grupos terroristas, según un informe conjunto de la ONU y la Interpol.
La crisis del crimen medioambiental, como se titula el documento, fue hecho público este martes durante la primera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEA), que se celebra esta semana en Nairobi.
En conjunto, las milicias y grupos terroristas que operan en África
están obteniendo entre 111 y 289 millones de dólares anuales por su participación en el negocio ilegal del carbón.
Por otra parte, grupos ilegales dedicados al tráfico de marfil de los elefantes de África central podrían estar ganando entre 4 y 12,2 millones de dólares al año.
Según las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la ONU y la Interpol, los crímenes contra el medioambiente, que
incluyen la explotación forestal, la caza furtiva y el tráfico de animales, la pesca ilegal, la minería ilegal y el vertido de residuos tóxicos, generan unos beneficios para estos grupos de entre 70 mil y 213 mil millones de dólares cada año. En contraste, la ayuda global al desarrollo no supera los 135 mil millones de dólares.
La explotación forestal ilegal, por su parte, genera beneficios anuales para los grupos terroristas de hasta 10 mil millones de dólares, equivalentes al 30 por ciento del comercio de madera mundial.
Así mismo,
el negocio ilegal del carbón, mueve hasta 9 mil millones de dólares en África central, oriental y occidental, una cantidad superior al tráfico de drogas en la región.
En África son víctimas de la caza furtiva cada año entre 20 mil y 25 mil elefantes, de una población de hasta 650 mil, lo que reporta hasta 9 millones de euros en financiación a estas milicias.
"El crimen organizado está haciendo beneficios increíbles al explotar nuestros recursos naturales para alimentar sus actividades ilícitas, amenazando la estabilidad y el futuro desarrollo de algunas de las regiones más pobres del planeta", dijo el director ejecutivo de Servicios Policiales de Interpol, Jean-Michel Louboutin.
En rueda de prensa en Nairobi, Louboutin declaró que
mientras crece la concientización hacia el crimen contra la fauna salvaje,
será necesario un esfuerzo internacional para reforzar las leyes y combatir esta amenaza a la seguridad global.
"Más allá de su impacto medioambiental, el tráfico ilegal de los recursos naturales priva a las economías en desarrollo de miles de millones de dólares en beneficios perdidos para llenar los bolsillos de los criminales", dijo el director ejecutivo del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Achim Steiner.
"Es imperativo que 2014 se convierta en un año de acciones concretas y decisivas", añadió.