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La expectativa por una inédita cumbre del bloque más poderoso de potencias emergentes, el Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), con los jefes de Estado de los países de la Unasur, fue solo igual o menor a los cambios que tendrá América Latina por esta integración. Países como Cuba, Costa Rica y México también estuvieron mirando de cerca lo que se habló ayer en Brasilia.
Máxime si desde el martes se anunció en la ciudad de Fortaleza la creación del nuevo Banco de Desarrollo (inicia en 2016), una alternativa de financiación global distinta al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM). Hecho que ha levantado suspicacias en el norte, pero que es aplaudido en otras naciones.
Las implicaciones de la cumbre para la región, son claras para Giovanni Reyes, doctor en Economía de la Universidad de Pittsburgh/Harvard, por lo menos en términos de volumen. "Si se integra México además de Brasil, esto representa cerca del 68 por ciento del PIB de América Latina. Es indudable el efecto de una posible cooperación", dijo.
"Habrá beneficios para la región, pero esto depende de la operatividad que tengan las propuestas. Se puede tener un muy buen plan, pero importa de los resultados y la eficacia. El logro ayudaría a una cooperación sur-sur", agregó el docente de la Universidad del Rosario.
Alternativas al norte
Por esto los países desarrollados miran de reojo la cumbre, sabiendo que se establece una cierta autonomía respecto a los mecanismos tradicionales de financiación a naciones, como el FMI y el BM. En este sentido los jefes de Estado de la Unasur aplaudieron mecanismos como el Banco de Desarrollo.
Uno de los primeros en alabar la iniciativa fue el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en diálogo con Reuters dijo que "Esta reunión significa la concreción de una nueva geopolítica mundial para la paz y el desarrollo compartido".
Cristina Fernández, presidenta de Argentina, quien llegó a Brasilia buscando más apoyo en contra del caso que está en curso en E.U. por los "fondos buitre", fue una de las voces más enfáticas: "Van surgiendo cada vez más instituciones que cuestionan precisamente el funcionamiento de los organismos multilaterales, que en lugar de dar soluciones no hacen más que complicar la vida de nuestros pueblos".
Martha Ardila, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado y experta en asuntos hemisféricos, confirma el hecho como un paso a mayor autonomía de América Latina. "Se pueden resumir las implicaciones que tiene la cumbre en que se consolidan nuevos polos de poder en el globo y que tanto la región como el Tercer Mundo se vuelven más autónomos", aseguró.
¿En qué asuntos ayudará la nueva fuente de financiación? Reyes explicó: "Por lo que se sabe el banco tendría dos funciones principales. La primera es para el desarrollo, fondos que den apoyo a infraestructura, educación y capacitación. La otra función es ayudar a la compensación de la balanza de pagos de muchos países que la necesitan. Dicha ayuda también la daba el FMI y el BM, pero era condicionada por los países desarrollados".