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Al cumplirse un año de las negociaciones de paz en La Habana, el Gobierno destacó los "acuerdos razonables" logrados sin transgredir la democracia y la Constitución, al tiempo que envió un mensaje a las Farc de que el país no tolerará un magnicidio ni un atentado personal.
La declaración del jefe negociador del Gobierno,
Humberto de la Calle Lombana, se interpreta como un mensaje de continuidad a los diálogos: "la oportunidad de terminar el conflicto es aquí y ahora. Los colombianos lo entienden bien. Esperamos que las Farc compartan este anhelo".
También como una respuesta al polémico episodio del supuesto plan contra el expresidente
Álvaro Uribe y el fiscal,
Eduardo Montealegre, que generó un cruce de declaraciones y críticas mutuas entre el presidente
Juan Manuel Santos y Uribe.
"Que renuncien definitivamente al uso de la violencia. No hay espacio para el magnicidio ni para el atentado personal. Eso debe quedar claro", enfatizó de la Calle.
Aunque alias "Iván Márquez" negó que exista el plan de la columna Teófilo Forero Castro, información extraoficial señala que un desmovilizado entregó información y fotos a la Fiscalía de una finca de Uribe, para probar la intención de un atentado.
La denuncia la hizo la semana pasada el ministro de Defensa,
Juan Carlos Pinzón, pero la declaración del presidente Santos de que se trataba de informes "viejos" molestó al expresidente Uribe, quien lo acusó de "ocultar delitos de la guerrilla para avanzar hacia el acuerdo de impunidad".