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Casi todos los niños pequeños encuentran fascinante la posibilidad de llevarse un cepillo de dientes a la boca. El de papá, mamá, los hermanitos y, si se lo encuentran, el del vecino.
Muy pocos padres le sacan provecho a esta oportunidad. El momento en que ellos descubren este objeto y se lo ponen en la boca es invaluable. Es ahí cuando aprenden los primeros pasos de una buena salud oral. Ese es el momento en que un padre enseña a su hijo a lavarse los dientes.
Por eso se sugiere que tengan su propio cepillo después de la aparición de los primeros dientes. Y pese a la idea extendida de que no es necesario protegerlos porque los dientes de leche "son temporales", el cuidado que se tenga con ellos en esta etapa de la vida será clave en la buena salud oral de la etapa adulta.
Los dientes temporales tienen funciones tan importantes como guardar el espacio para los permanentes, servir de guía para su salida en posición correcta de estos y contribuir en el desarrollo y crecimiento de los maxilares.
El odontopediatra
Juan Roberto López explica que las piezas de esta dentadura son como las de un rompecabezas. "Nos ayudan a darle el espacio y la posición adecuada a los permanentes, si una ficha se pierde antes de tiempo el rompecabezas no se puede armar, no tendrá el espacio por donde salir".
Para el odontopediatra chileno
Reinaldo Negrón, la prevención es esencial para mantener los dientes de leche o temporales sanos. "Se recomienda que el cuidado dental empiece tan pronto le sale el primer diente al bebé, entre los 4 o 6 meses".
Agrega que como a los dientes de leche también les da caries, es vital que éstos se restauren cuando sea necesario. "Ocurre que algunos bebés cuando les brotan las muelitas de leche, que son las últimas en salir, estas ya salen infectadas de caries porque el cuidado dental había sido hasta entonces escaso o nulo".
Juan Roberto López añade que los dientes de leche también sirven para la maduración de la cara del niño. "Los músculos ayudan al crecimiento óseo, si el niño no pude masticar bien por problemas en su dentadura no desarrolla bien el componente músculo esquelético".
Es mandato de la salud oral cepillarse los dientes después de cada comida. "Lo deseable es que los padres no deleguen esta tarea y, en la medida de lo posible, conviertan el cepillado en una actividad familiar de cada mañana y, especialmente, de la noche".
Este especialista apunta que la noche es el período más largo entre cepilladas y es cuando más riesgo se presenta de que las bacterias produzcan infecciones. Los dientes están más susceptibles.
Frente al uso de cremas dentales con flúor, la Asociación Colombiana de Odontología Pediátrica sugiere que se haga solo después de los 5 años.