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En un ambiente tranquilo, aunque por momentos tenso, seis candidatos a la Presidencia enfrentaron preguntas concisas sobre situaciones a la que se enfrentarían en caso de ganar las elecciones, en el Gran Foro de EL COLOMBIANO.
Entrevistadores y entrevistados sorprendieron con preguntas y respuestas, algunas de ellas absolutamente inesperadas, tanto que no faltó el candidato que al final reconoció que lo habían corchado y tuvo que divagar para no quedarse atrás, o el que se salió del atril para pontificar e, incluso, quien se sintió incómodo con los entrevistados, sus preguntas y contrapreguntas. Al final ganó el debate, y la prueba de que el país tiene de dónde escoger a un buen Presidente.
Gustavo Petro, del Polo Democrático; Juan Manuel Santos, Partido de la U; Rafael Pardo, Partido Liberal; Antanas Mockus, Partido Verde; Germán Vargas, Cambio Radical, y Noemí Sanín, del Partido Conservador, fueron los protagonistas.
A las instalaciones del diario también asistió un enjambre de reporteros, nacionales e internacionales, de prensa, radio y televisión que, prácticamente, dejó por fuera a numerosos invitados especiales y asesores de los candidatos.
Desde hoy empezamos a publicar las respuestas de los aspirantes a las preguntas realizadas por Rafael Nieto Loaiza, Ramiro Valencia Cossio, Juan Gómez Martínez y Ana Mercedes Gómez Martínez.
1. Ningún partido tiene una mayoría absoluta sobre el Congreso, ¿cómo va a negociar con los partidos para hacer alianzas, o disolverá el Congreso y convocará una asamblea constituyente para garantizar la gobernabilidad?
Antanas Mockus
La Constitución colombiana no prevé la disolución del Congreso, por lo tanto dado mi compromiso con cumplirla estrictamente, la constituyente o ese tipo de solución, no aparecen en mi panorama. Hay claramente una idea y un respeto, derivado de esta idea, al Congreso como instancia deliberante. Normalmente el Ejecutivo ve al Congreso como un mundo complicado a través del cual hay que pasar los proyectos, si uno mira el diseño constitucional el Ejecutivo presenta el mejor proyecto posible al Congreso y las bancadas analizan el proyecto, toman posición argumentado y luego intercambian argumentos, entonces la argumentación qué puede producir: cambios al proyecto del Gobierno.
¿Eso significa que usted negociaría con el Congreso y haría alianzas dentro del Congreso para que los proyectos de ley salgan adelante?
No. Me remito a la democracia deliberativa como tendencia filosófica que existe, que está desarrollada, donde cada congresista o cada bancada ejerce la crítica libre del proyecto y lo mejora, como en una junta directiva, donde usted no necesita hacer negociaciones para lograr que la junta directiva trabaje por el bien de la empresa, usted lo que tiene es: argumento va argumento viene y la calidad del proyecto va mejorando, algunos proyectos serán rechazados. Eso se hizo además dos veces con el Concejo de Bogotá.
Germán Vargas Lleras
No convocaría a una asamblea nacional y, de ninguna manera, cerraría el Congreso de la República.
Tengo la experiencia y el liderazgo. Por muchos años fui senador y presidente de esa corporación, bajo mi responsabilidad estuvo el trámite de decenas, de centenares de iniciativas, como por ejemplo, el restablecimiento de la extradición, las leyes de extinción de dominio, toda la normatividad para enfrentar la corrupción, el estatuto anticorrupción, la legislación que fortaleció la acción de la fuerza pública en Colombia.
Tengo la experiencia, sé como lograr consensos en el Congreso de la República y creo que tendría el liderazgo para impulsar las reformas que le he propuesto al país en esa corporación.
Gustavo Petro
En las pasadas elecciones fue elegida una bancada de la mafia y, por lo tanto, el primer acuerdo político fundamental será entre partidos contra la mafia. Si lo logramos y aislamos la bancada de la mafia en el Congreso tendremos una mayoría a partir de acuerdo entre partidos. Quiero generar ese escenario que implica un gobierno multicolor, con acuerdos fundamentales entre partidos. Si esto no es así y la mafia sigue teniendo un poder de chantaje en la hechura de las leyes, lo que pervierte la democracia, no me cabe ninguna duda de que habría que buscar el mecanismo de la Constitución para convocar una asamblea nacional.
¿Cuáles son esos parlamentarios mafiosos?
Los que dirigen desde la cárcel. La justicia ya ha proferido condenas. Hoy podemos hablar sin taparnos la cara y decir que existe una fuerte articulación entre política y mafia. Quienes fueron condenados por la justicia tienen nombre propio, son decenas y decenas de congresistas, algunos de ellos fundaron un partido como el PIN, pero no son todos los del PIN ni son todos los que están, pero indudablemente sigue existiendo una fuerte influencia de poderes mafiosos en la política. Son responsables de la compra de centenares, quizás de miles de votos con dineros sucios de sangre y cocaína y están reflejados en curules en el Congreso.
Si los tiene identificados, ¿por qué no los denuncia?
Yo fui el que los denuncié. Quiero recordar, que su partido no me acompañó en ese entonces... Acaba de salir una resolución de acusación contra altos funcionarios del DAS del presente gobierno, que iniciaron una labor de desprestigio contra mí por el solo hecho de haber sido el parlamentario que, como eje de su actividad legislativa y de control político, hizo la denuncia con nombre de los congresistas que articulados a la sección más salvaje del narcotráfico, el paramilitarismo, estaban haciendo leyes a favor de ellos, y eligiéndose con el favor de ellos. Nombres propios te doy: Álvaro José García Romero o el señor Pimiento ya fueron condenados, uno de ellos a 40 años, por comisión de masacres siendo senador.
Rafael Pardo
Soy parte, miembro y director de un partido que en el Congreso ha demostrado unidad, cohesión y ha demostrado la capacidad de actuar conjuntamente en decisiones donde el partido toma la determinación.
Por lo tanto, yo entiendo que a partir de fuerzas políticas organizadas es posible, cuando hay una relación clara y directa, de cuál es el papel del Gobierno y cuál el del Congreso, de buscar mecanismos por encima de la mesa, para que así un partido que esté en el Gobierno y que no tenga la mayoría absoluta, sí tenga la garantía de trabajar constructivamente en función de proyectos para el país.
Usted era viceministro, doctor Rafael Nieto y yo estaba en el Senado. En el primer año de Uribe pudimos trabajar de manera muy constructiva, abierta, sin prebendas en la definición y aprobación de proyectos muy controvertidos, muy trascendentales y muy importantes por encima de la mesa. Creo que es posible hacerlo cuando están claros los papeles del Congreso y del Gobierno.
Noemí Sanín
Soy la candidata del Partido Conservador, un partido que tiene 160 años de historia, comprometido con la historia misma de Colombia, comprometido con la democracia. A mí me parece muy importante que no destruyamos valores, un partido comprometido totalmente con la renovación. Que le dio la gobernabilidad al presidente Uribe; la seguridad democrática fue posible por el Partido Conservador. Ahora nos va a tocar a nosotros liderar la continuidad, la defensa, el fortalecimiento con reformas, con ajustes que vamos a hacer de la seguridad democrática.
Igual que el Partido fue generoso en apoyar y sobretodo yo sueño con una gobernabilidad legislativa, con el Congreso muy parecido a lo que fue el primer gobierno del presidente Uribe que fue maravilloso en esa materia. El Partido Conservador anclado con la democracia, es un partido que no es una aventura. Quiere renovarse; quiere renovarse tanto que se atrevió por primera vez a tener una mujer de candidata a la Presidencia, entonces está anclado en la autoridad, en el respeto por la ley, pero radical en lo social. No somos capaces de hacer una legislatura, un modelo de gobierno totalmente anclado en la seguridad pero que la gente tenga oportunidad, que haya acceso al trabajo, que haya acceso a la educación, a la salud.
Las aventuras legislativas o políticas son muy riesgosas como hemos observado en todas partes del continente. Y el Partido está unido. No hay un solo parlamentario que no esté en el proyecto apoyando y empujando.
Juan Manuel Santos
Una democracia necesita política y negociación. La esencia de la democracia es eso y por eso, cuando uno quiere gobernar entre los poderes tiene que haber política y negociación. No hay que tenerle miedo a eso. Si el día de mañana podemos con el Partido Conservador, con el Partido Liberal, con Cambio Radical, con el propio Partido Verde, acordar una serie de reformas, eso es una negociación. Uno negocia una ley, un artículo. "Yo quiero que me incluyan ese artículo porque es lo que los electores quieren". De manera que para gobernar se requiere negociar y yo estoy más que dispuesto a hacerlo porque la gobernabilidad se necesita para poder hacer funcionar la democracia. Sin gobernabilidad no hay democracia, y por supuesto que nunca se me ocurriría revocar al Congreso.
Primero que todo no hay un instrumento real, pero ese choque de trenes, esas crisis que los países a veces generan, revocando congresos, sucede es que la economía se desploma, sufre el pueblo, hay desempleo, hay pobreza y miseria. Por eso lo que queremos es gobernabilidad y en nuestro caso creo que la vamos a poder conseguir.
2. Los transportes más eficientes son el fluvial y el férreo, pero Colombia los dejó acabar, ¿usted piensa que se pueden recuperar estos dos tipos de transporte para bien de la economía del país?
Germán Vargas Lleras
En el programa que yo le presenté al país en materia de infraestructura tiene cinco componentes: autopistas, carreteras, cofinanciación de obras de movilidad en las principales ciudades, pero también está el tema intermodal, que se refiere, por supuesto, a los puertos, a la navegación fluvial y los ferrocarriles.
El 98 por ciento de la carga se mueve a través de las carreteras colombianas con un costo altísimo, que supera en dos veces el costo en cualquier otro país del continente, es costoso movilizar la carga a través del sistema vial.
Tenemos que hacer un esfuerzo para superar nuestro sistema de ferrocarriles.
Yo iniciaría privilegiando el transporte de mercancías especializada, como ocurre con el carbón, para avanzar luego en otras modalidades. El esfuerzo que habrá que hacer será enorme, porque perdimos los corredores.
En la gran mayoría del territorio nacional hay que empezar por recuperar las vías para restablecer los ferrocarriles y concentraríamos el mayor esfuerzo en afinar, mediante el sistema de concesiones, las principales troncales para recuperar el sistema férreo nacional.
Gustavo Petro
Digo que sí. Está escrito en el programa. La infraestructura tiene que ser coherente con el modelo de desarrollo del país. Quiero apartarme del modelo de exportación de hidrocarburo y pasar a un modelo de producción subsidiada de alimentos y desde allí relanzar la industrialización. Industria sin resolver el problema agrario no es industria. Y desde ese punto de vista, la infraestructura que necesito tiene como primera prioridad el agua, lo que he llamado la revolución del agua; navegabilidad de los ríos, la navegabilidad del río Magdalena vale una cuarta parte de lo que cuesta una doble calzada; en segundo lugar el ferrocarril, en tercer lugar, la vía que junta el agua con el ferrocarril, la doble calzada desde esta perspectiva tendrá una financiación privada por concesión y si quiere una respuesta avanzada sobre sistema integrado masivo necesitamos preparar deuda para endeudarnos luego en la financiación de este tipo de transporte, específicamente para el metro de Bogotá. Y preparar deuda y la financiación de los metros puede acelerar la revaluación que el modelo de exclusiva exportación de carbono e hidrocarburo está produciendo en Colombia.
Hoy el mayor ingreso por exportaciones viene de los hidrocarburos y lo será en los próximos 20 años, si renuncia a ellos, ¿cómo va a conseguir la plata?
No renuncio. Supedito la minería a la tierra fértil y al medio ambiente. Es más valiosa el agua que el oro. Tengo que petrificar dólares provenientes de esos recursos o mato las demás ramas de la producción. Y desde esa perspectiva me interesa más el modelo de desarrollo agrario del país, por la vía de la producción alimenticia que me permite industrializar el actual modelo. Medellín no puede ser sostenible, salir de la violencia, sino a partir de una política de industrialización y ésta solo se construye si se resuelve el problema agrario.
Rafael Pardo
El transporte por ferrocarril y el transporte fluvial son efectivamente los que menos costos tienen. Infortunadamente en Colombia hemos perdido esas opciones por distintas razones. Es el momento de recuperarlas, particularmente, con un sistema multimodal basado en el río Magdalena.
El río Magdalena permite el transporte de contenedores y el transporte de grandes volúmenes de manera muy efectiva, muy eficaz, y muy económica, con mecanismos de transporte multimodal en el sur del César, Puerto Berrío (en Antioquia) o en Cundinamarca para ir a los grandes mercados nacionales.
Esto hace parte de un programa nacional de infraestructura que nosotros estamos planteando. Además, del tema de transporte ferrocarrilero y fluvial, es fundamental también, entender que el desarrollo del río Magdalena es esencial para mejorar las condiciones de vida de muchas poblaciones que viven a lo largo del río y que podrían tener oportunidades muy importantes de progreso con un estímulo a la navegación y al transporte por el río Magdalena.
Noemí Sanín
Cuando uno estudia por qué hubo países que se desarrollaron en el Siglo XX encuentra lo que todos los expertos ya lo dan por claro: son los países que desarrollaron la infraestructura mirando los litorales, mirando los puertos, mirando la competitividad, mirando la productividad. En Colombia, en el siglo pasado, éramos mucho más pobres y pensábamos en grande. Fuimos capaces de hacer los ferrocarriles de Antioquia. Buena parte de las carreteras que tenemos hoy, estaban. Se nos olvidó pensar en grande, y pensar también en una política agraria. La infraestructura no es la culpable de la inseguridad de Colombia, pero la falta de infraestructura es cómplice de la inseguridad, del atraso, de que no seamos más desarrollados. Tenemos que cambiar la mentalidad. Cambiar los sistemas de diseño, de contratación. Lo del río Magdalena ¡cuánto hemos gastado para los dragados! Es una vergüenza que no tengamos lo del río Magdalena. Que no tengamos una sola autopista en Colombia. Que apenas construyamos 80 kilómetros de doble calzada. Que hayamos abandonado el sistema férreo. Hay que cambiar la mentalidad, el sistema de contratación, vincular la inversión extranjera, los fondos de pensiones, pensar en las vías terciarias y secundarias.
El diagnóstico está. Denos tres prioridades de infraestructura en su gobierno...
La prioridad de infraestructura es cambiar totalmente el sistema jurídico de contratación. De cabo a rabo. Desde el diseño, la forma de contratación. Acabar con los carteles de contratación. Volverlos transparentes, volverlos dinámicos. Involucrar la inversión privada, internacional y nacional a la contratación. Acabar la corrupción y la ineficiencia. Yo haría terciarias y secundarias para poder multiplicar por tres y por cuatro la producción agrícola. Haría grandes autopistas atravesando Colombia. Recuperaría el río Magdalena. Y obviamente, aceleraría todo lo que el Gobierno deja previsto en el tiempo porque está demasiado largo en el tiempo vinculando más capital privado. Porque hay muy poco capital privado. Vincularía fondos de pensiones y mucho más inversión nacional y extranjera.
Juan Manuel Santos
Nuestro programa tiene entre sus grandes objetivos poner a crecer la economía por encima del 5,5 ó 6 por ciento. Eso es una condición necesaria para producir trabajo, que es lo que más necesita el pueblo colombiano.
Una de las condiciones para poner a producir la economía a más de 5,5 ó 6 por ciento, es la infraestructura, por eso tenemos la infraestructura como una de las cinco locomotoras. Va a ser prioritaria.
Tenemos contemplado también el transporte fluvial y férreo. Es una infraestructura multimodal, un sistema de transporte multimodal, y la navegabilidad del río Magdalena, como aquí se ha dicho, es una necesidad.
El costo, por ejemplo, de sacar el carbón por el río Magdalena vs. por una carretera es un séptima parte de lo que cuesta en carretera, por eso es tan importante la recuperación de los ríos.
Si queremos desarrollar los Llanos Orientales, necesitamos hacer navegables muchos de esos ríos y eso está dentro de nuestras prioridades.
El problema ha sido que no hemos podido tener la institucionalidad para estructurar bien los proyectos. Existe la necesidad, estamos muy atrasados frente a otros países, existe la financiación, el interés en invertir, pero nos ha faltado saber cómo estructurar. Ahí tenemos la solución de cómo estructurar bien los proyectos.
Antanas Mockus
Yo miraría como se toman ese tipo de decisiones. Hay un parecido con las discusiones sobre el metro y el Transmilenio, etc., en Bogotá. Hay gente que dice que es tema de voluntad política; habrá tren en Colombia o no, voluntad política. Yo creo y lo puedo decir con orgullo aquí en Medellín, dada la historia de la Facultad de Minas, creo que es un tema de cálculo, es un tema de ingeniería, son los economistas, los ingenieros, los analistas del impacto los que deben comparar lo que cuesta y lo que beneficia el tren frente a otras modalidades. Aquí se ha mencionado la fluvial y la que es predominante en Colombia que es transporte por carretera. Recuerdo la discusión con el Presidente Samper sobre el metro, y recuerdo la maravilla que fue mostrar en una sola gráfica el costo y el beneficio de los distintos proyectos, más de veinte proyectos que había para la movilidad de Bogotá. Propongo que para la infraestructura de Colombia se tenga un mapa similar y se proceda racionalmente, se vaya de los proyectos que tienen más tasa de retorno y sucesivamente hasta donde alcancen los recursos públicos o privados. Lo otro es que cuando el tren se impone como solución por lógica económica, pasa lo que pasó con Drummond, en sur del Cesar y la Costa, se construye una línea...
Doctor Mockus, usted habla de hacer una prioridad o mapa de opciones en la infraestructura, y habla de aquel que tenga mejor tasa de retorno, yo le diría, hay posibilidad de mirar una tasa de retorno económica para quien construye, pero una tasa de retorno social para beneficio del país. ¿Cuál escogería?
La segunda.