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El presidente de la República, Juan Manuel Santos, dijo recientemente en Medellín que el consumo de drogas en Antioquia es tres veces superior al del resto del país. Suena aterrador, pero además se quedó corto porque, según los últimos estudios, la cifra se cuadruplica.
Así lo revelan las estadísticas extractadas del Estudio del consumo de sustancias psicoactivas en Antioquia, realizado por la Gobernación, a través del Comité Departamental de Prevención en Drogas, las cuales indican que la prevalencia del consumo de marihuana en el departamento es del 19,3 por ciento y en algunas regiones llega al 29,6 por ciento. En contraste, las cifras del país señalan que el 7,99 por ciento reconoció que en algún momento de la vida consumió esta droga.
En cuanto a edades, el promedio de inicio en Antioquia está entre 15 y 16 años.
Este estudio, que se dará a conocer a la opinión pública en los próximos días, también lanza una alerta sobre el abuso de sustancias lícitas como el alcohol y el tabaco.
82,8 por ciento reconoció haber consumido alcohol alguna vez en la vida, con edad promedio de inicio cercana a los 15 años. En el caso del cigarrillo, 43,4 por ciento de los encuestados presenta prevalencia de vida de este consumo con una edad promedio de inicio de alrededor de los 16 años.
Sobre la cocaína reconoció su consumo un 9,6 por ciento y la edad promedio de inicio en cerca de los 18 años.
¿Desde los 15 años?
La curiosidad, la diversión, la posibilidad de relajarse, sentirse incluido en determinado grupo social y vencer la timidez, así como razones de conflictos familiares, siguen siendo los principales motivos por los cuales los antioqueños se inician en el consumo de drogas, anota otro aparte del estudio.
El médico Diego Galeano , coordinador de Salud Mental, de la Secretaría de Salud de Medellín asegura que la situación es grave, ya que no discrimina edad, sexo ni estrato social y que es una problemática de ciudad, que supera las competencias de ese despacho.
Dice que por esa razón existe un comité técnico operativo en el cual convergen universidades, ONG, secretarías de los despachos municipales y departamentales, además de las EPS.
Acerca de los resultados del Primer Estudio de Salud Mental en la Población General Medellín 2011, Galeano alerta que este es un problema de todos los barrios de Medellín y del Valle de Aburrá en los que drogas lícitas, como el alcohol y el tabaco, y la marihuana, entre las ilícitas, tienen la mayor parte de la tajada.
Según el estudio, realizado con una población entre los 13 y los 65 años, 34.4 por ciento de los hombres y 8,7 por ciento de las mujeres de Medellín reconocieron haber abusado alguna vez en la vida del alcohol.
En cuanto a las drogas ilícitas la encuesta reveló que 16,3 por ciento de los hombres y 3 por ciento de mujeres reconocieron haber abusado de drogas alguna vez en su vida y dijeron ser dependientes, 5,2 por ciento de los hombres y 0,5 por ciento de las mujeres.
"Son cifras elevadas por lo cual la administración Municipal, con todas las secretarías está implementando programas de prevención y el nuevo POS dará nuevas herramientas para trabajar con el tratamiento", anuncia el funcionario.
Juan Carlos Delgado Vélez , sicólogo y médico, especialista en Farmacodependencia y Coordinador Asistencial del Centro Carisma, asegura que el Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar, Colombia 2011, ratificó que los índices de consumo en Antioquia están por encima del promedio nacional.
Además hay policonsumo
Hallazgos del Centro Carisma reportan elementos diferenciales al uso tradicional de drogas como es el policonsumo, es decir que algunos muchachos ahora no tienen una predisposición marcada por una sola sustancia.
También han observado un cambio en los rituales de consumo. Por ejemplo, muchos adictos ya no inhalan la cocaína sino que se la inyectan. También hay una combinación de drogas como cocaína y sus derivados con licor para contrarrestar los efectos. Una tercera característica es el aumento en el uso de inhalantes como el dick.
En atención al mapa y a los usos vigentes, Delgado dice que hay que desmitificar varios conceptos que favorecen los consumos de marihuana y de cocaína. Sobre la marihuana indica que la observación clínica le permite afirmar que esta sí produce alteraciones síquicas y mentales, así como de memoria y, por lo tanto, de todos los procesos cognitivos o de pensamiento. También que afecta la capacidad de reacción, genera trastornos del afecto y alteraciones orgánicas como respiratorias, cardiovasculares, gastrointestinales y de coordinación muscular.
Según estudios en proceso -comenta-, la marihuana produce tumoraciones en el sistema respiratorio.
En cuanto a la mezcla de cocaína y alcohol, Delgado explica que el cuerpo se expone a dos reacciones: una depresiva con el licor y la otra estimulante del sistema nervioso central.
"Imaginémonos ese cerebro desacalorado que de un momento a otro queda bajo el efecto de una sustancia que hace todo lo contrario. Esto lleva al paciente la agresividad y a comportamientos reactivos que ponen en peligro su sistema cardiovascular. O sea, que son efectos costosos para el organismo, totalmente distintos a lo que se buscaba con terminar con el efecto del alcohol", concluye Delgado.
El médico toxicólogo de la Clínica de Las Américas, Hugo Alberto Gallego coincide con las afirmaciones de Delgado y anota que la cripa está volviendo más marihuaneros a los marihuaneros más adictos. Buscan desesperadamente consumir este alucinógeno que no sólo ha permeado a la juventud.
"Al servicio de Urgencias nos han llegado pacientes, accidentados, baleados o acuchillados y ni siquiera saben qué les pasó, porque están enlagunados por la cantidad de cripa que se han fumado. Al otro día empiezan a hacer abstinencia, porque venían consumiendo altas dosis y cuando paran les da este síndrome", señala Gallego.
Para acabar de ajustar -informa- a Medellín está llegando una nueva variedad manipulada genéticamente llamada cripa crespa white, que proviene de matas más pequeñas y es más concentrada.
Pero, añade, a los muchachos ahora les están presentando primero la marihuana y después la cocaína, que también está disparada, asociada con el consumo de licor. Estas son las dos drogas ilegales a las que "más confianza" les tienen hoy los muchachos para consumir.
Sin embargo, advierte, está muy de moda en este momento el LSD, ácido o papelito. Es una forma de hacerles trampa a los padres, que están más atentos a hacerles chequeos. El LSD no sale en estas pruebas. Se los venden en papelitos pequeños, imperceptibles y se los ponen en la lengua, en la conjuntiva del ojo, la mucosa de la nariz o en la piel y el cuerpo los absorbe. Entonces es difícil detectar este consumo.
En cuanto a la distribución, Gallego, dice que ya hay jíbaros especializados en cada sustancia. "Hay distribuidores exclusivos de cripa, de heroína, de éxtasis, de ketamina, de LSD y de coca.
En el caso de la cripa está aumentando la oferta su alto poder de adicción, el cultivo en espacios reducidos y el buen precio, lo que les está dejando más ganancias que otras drogas".
Ocupar tiempo libre
La secretaria de Educación de Medellín, Luz Elena Gaviria, dice que ante las estadísticas que demuestran que Antioquia y en especial el Valle de Aburrá siguen teniendo unos altos consumos de drogas lícitas e ilícitas, se sigue trabajando en prevención y en acompañamiento a niños y adolescentes.
"Trabajamos desde la escuela saludable y la lúdica, porque lo que se busca es evitar que el muchacho llegue al primer consumo. Con el que ya lo ha hecho, realizamos procesos de diversificación de los tiempos libres, meta en la cual está empeñada la Alcaldía para implantar la jornada complementaria", anota la secretaria Gaviria.
La funcionaria destaca que frente al Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar, aunque Antioquia desde 2004 encabeza los consumos, las tendencias nacionales permanecen constantes en unas sustancias y en otras como el cigarrillo tienden a disminuir. "Es un ganancia, se nota que está cambiando la voluntad del joven".
Alerta, eso sí, que lo que se ve en esta investigación es el aumento de la oferta y la facilidad de acceso a las sustancias.
Para evitar el asedio de las autoridades y obtener más ganancias los narcotraficantes buscan conquistar el mercado interno con una oferta diferente de drogas que atraigan a la juventud y desafíen la sociedad.
Desde la Policía, el general Yesid Vásquez, comandante metropolitano de Medellín, recuerda que hasta el pasado jueves, los decomisos de drogas este año en el Valle de Aburrá llegaban a nueve toneladas y media y de ellas ocho toneladas de marihuana: tres toneladas correspondían a la llamada cripa y las restantes, marihuana normal, proveniente del departamento del Cauca.
Vásquez también alerta sobre los peligros y las adicciones que generan estas sustancias e indica que a la Policía le ha tocado vivir esas situaciones, como casos de drogadictos que agreden a la madre, a los familiares, que protagonizan riñas hogareñas e, incluso, se irritan con violencia ante cualquier procedimiento de las autoridades y atacan a los uniformados y a todo el que esté a su lado.
"Es obvio, tenemos que trabajar más, porque Antioquia sigue encabezando los estándares nacionales ¿Qué nos falta trabajo?, todo el que quiera. Vamos a seguir con las estrategias, claro, y la jornada complementaria en los colegios apunta a eso, a mantener ocupado al muchacho en el tiempo libre", manifiesta la secretaria de Educación de Medellín, Luz Elena Gaviria.
La funcionaria concluye que la jornada complementaria iniciará el 3 de julio en instituciones educativas del noroccidente de Medellín y trabajará en cuatro rutas consideradas atractivas para la juventud como factor de contrapeso: artística y cultural, deporte y recreación, ciencia y tecnología, y bilingüismo.