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HISTÓRICO
El cine vuelve al Lido
Mónica Quintero Restrepo | Publicado
La historia del teatro Lido podría empezar por "había una vez un teatro". Historia casi de cuento de hadas. De finales tristes y felices. De cambios. De intentar que esos años mozos vuelvan. De que la gente haga memoria, pero también, de que allí se logren nuevos recuerdos.

Y en esas cosas de soñar con él, el Teatro Lido y Otraparte se dan la mano este año. Una asociación que, entre muchas cosas, pondrá de nuevo a rodar el cine.

El Lido ha tenido varias modalidades de administración. El año pasado, por ejemplo y según cuenta Dora Sepúlveda, su coordinadora actual, se tenía un operador técnico, con funciones muy exactas. Proveer sonido, personal logístico, servicio de prevención. Nada de fondo, es decir, no se metían en la programación y en la estrategia.

El teatro es un proyecto del Municipio y lo que hace entonces con Otraparte es aliarse con un socio estratégico. "Incluye tres componentes: una operación técnica, la programación de cine y el acompañamiento general", dice Sergio Restrepo, director cultural de la corporación con sede en Envigado.

Volver a la proyección es una de las ideas que tiene entre cejas. El Lido fue una de las grandes salas de la ciudad y la intención es, entonces, que allí se vea de todo. Un recorrido general por el séptimo arte clásico y el contemporáneo, más el trabajo en formación de público.

"Cada proyección la vamos a acompañar de un taller de apreciación cinematográfico", comenta Dora. Entretanto, Sergio añade que se trata de "una oferta para recuperar el concepto de cine que tiene el teatro en la memoria de la ciudad, con una programación extraordinaria".

Estará en manos de Manel Dalmau, un documentalista español que trabaja desde hace varios años con Otraparte. La programación artística sigue en manos de Medellín en escena, aunque realmente todo será un trabajo mancomunado.

Aceptarle a Otraparte que haga parte de la administración del Lido tiene que ver con una cuestión de experiencia. "Tienen todos los antecedentes en el sector cultural", afirma Dora.

Y las alianzas son muy importantes para la corporación de Fernando González. "Todo nuestro trabajo va encaminado a la recuperación de la memoria, vida y obra del maestro, pero nuestra razón de ser tiene que ver también en convertir a Otraparte en un centro cultural. Creo que esa estructura de alianza nos permite mantener un impacto para beneficio del público".

Una asociación que va hasta el 31 de diciembre de este año, porque el teatro, al ser público, tendrá nuevos cambios administrativos en 2012. Aunque, explica el director cultural, "esperamos dejar cimentada una propuesta de parrilla de programación permanente".

Dos manos que se unen, para que la historia del Lido termine en: "y comieron perdices".
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