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HISTÓRICO
El conflicto es demoledor para Gobierno y oposición
Por EFE | Publicado
Venezuela cumplió un mes de protestas de estudiantes y opositores contra el Gobierno de Nicolás Maduro con un escenario trabado: el Ejecutivo llama a un diálogo que no aceptan sus adversarios, mientras el conflicto de fondo se enquista.

Analistas consideran que el balance de las protestas es negativo para todos los actores políticos, desde el Gobierno a la oposición radical. Plantean un escenario polarizado que reclama una mediación y puede terminar precipitando en el largo plazo un espacio para terceras vías políticas.

Hoy no hay diálogo directo entre estudiantes, oposición institucional y Gobierno, y la comisión que enviará la Unasur a principios de abril parece una de las pocas cartas que pueden destrabar el tablero.

"Las protestas terminan siendo demoledoras para todas las partes involucradas", indicó a Efe el director de Datanálisis, Luis Vicente León.

"Maduro pierde porque se convulsiona el país, se le hace más complicado el manejo de la economía, se le deterioran los procesos, tiene una pérdida impresionante en términos de imagen internacional que habían hecho esfuerzos para rescatar y recuperar y esta convulsión general afecta su conexión popular", dijo.

La oposición, por su parte, tiene un "fraccionamiento impresionante". "La población no la ve como una alternativa seria" y "los estudiantes perdieron el control de la protesta porque se contaminó y una parte importante de la población lo relaciona con la violencia", indicó.

Para León, los "radicales en la oposición" han generado "un proceso anárquico que no va para ningún lado y que probablemente terminará en frustración de los protestantes".

En su opinión, el Gobierno se equivocó en su reacción "prepotente, agresiva, represiva" que ha generado una "convulsión social que vino para quedarse". "Esto se puede desinflar, lo podrás controlar, pero no lo vas resolver", dijo.

El politólogo Nícmer Evans, profesor de la Universidad Central de Venezuela, coincide en que, con 28 muertos y más de 350 heridos (cifra ofrecida por la Fiscalía), "hay un solo perdedor en todo esto que es Venezuela".

Para Evans sin embargo "hay una brutal y extraordinaria campaña articulada con la oposición venezolana de desprestigio de cualquier cosa que haga Maduro", que, subraya, "ha sido un presidente asediado" desde que asumió el poder hace once meses.

En su opinión, los hechos de violencia en la calle y la negación del diálogo de la oposición hacen "necesario la imposición de la condición de Estado" y cuestionó la postura de los adversarios al Gobierno que no aceptan un diálogo, pero no plantean una alternativa.

"El problema es de voluntad política de los reales actos decisivos", dijo.

En su opinión, con este escenario hay un proceso de mediano y largo plazo que profundiza la posibilidad de que se genere "un tercer espacio" político de "oxigenación de un lado y del otro" para quienes "no se ven representados ni por la dirección de la oposición ni por la posición Maduro".
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