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HISTÓRICO
El ejercicio mejora las calificaciones
Por EFE REPORTAJES | Publicado
Esconder el balón, privar del deporte, privilegiar el tablero al juego. Las teorías de educación siempre se están replanteando y si usted, padre o maestro, cree que la práctica de un deporte le quita tiempo al estudio será mejor que revise su hipótesis a la luz de nuevas investigaciones.

Para rendir más en los estudios y obtener mejores calificaciones no basta con ejercitar el cerebro mediante técnicas de memorización, aprendizaje y repaso, sino que también hay que entrenar el cuerpo, ya que el ejercicio físico también es un excelente tónico para las neuronas de los niños y jóvenes.

Así lo demuestran recientes investigaciones, como un estudio efectuado por científicos del Instituto EMGO de Investigación sobre la Salud y la Atención, de la Universidad de Vrije (VUmC), en Amsterdam en Holanda, quienes han constatado que la actividad física influye en el rendimiento escolar de los niños, siendo el beneficio mayor cuanto más ejercicio practican.

Según los autores del trabajo, publicado en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, el vínculo entre la actividad física y el rendimiento escolar podría deberse a que el ejercicio parece producir un incremento en el flujo de sangre y oxígeno que llega al cerebro, nutriendo y tonificando este órgano.

"Los niños que aprenden a participar en actividades deportivas también aprenden a obedecer reglas. Esto podría significar que están más disciplinados y son capaces de concentrarse mejor durante el estudio", ha explicado la doctora Amika Singh, una de las autoras del estudio holandés.

Para esta experta en epidemiología y medicina ocupacional, las conclusiones de esta investigación revelan la necesidad de que los niños estén físicamente activos "al menos durante una hora cada día", aunque "hay que seguir estudiando esta asociación para ver si se puede concretar qué actividades son las más recomendables y cuánto tienen que practicarlas los estudiantes".

Los científicos holandeses recopilaron los datos de 12 estudios previos efectuados en Estados Unidos, Canadá y Sudáfrica, con niños de entre 6 y 18 años de edad y con un lapso de entre ocho semanas y más de cinco años.

El objetivo inicial de la doctora Amika Singh y su equipo era analizar la relación entre la actividad física y el rendimiento académico, ante el temor de que la presión por obtener mejores calificaciones pudiera llevar a muchos niños a dedicar más tiempo al estudio, descuidando su actividad física.

Actividad hormomal
Dicho temor se ha disipado, al encontrarse una "relación positiva significativa" entre la actividad física y el rendimiento académico.

Además, los expertos observaron que el ejercicio reduce el estrés y mejora el estado de ánimo, lo que hace que los niños tengan más probabilidad de comportarse mejor en el aula.

De acuerdo a los autores del estudio hay varias "hipótesis sobre los mecanismos por los que el ejercicio es beneficioso para la cognición. Una de ellas es que hacer deporte mejora la función cardiaca y la capacidad pulmonar y que el cerebro recibe un aumento de oxígeno. Otra menciona el aumento de los niveles de las hormonas endorfinas y norepinefrina, lo que reduce los niveles de estrés y mejora el humor".

Aunque también "el deporte facilita un aumento de los factores de crecimiento que ayudan a crear nuevas células nerviosas lo que estimula la plasticidad sináptica (conexión entre las neuronas)", agregan los expertos de los Países Bajos.

De acuerdo a otro estudio del Observatorio de Estudios del Comportamiento (OEC) de la Escuela de Negocios ESADE, los niños que practican deporte de manera habitual sacan mejores notas y hacen más los deberes, comparados con aquellos alumnos que no realizan ejercicio físico regularmente.

La investigación muestra que el 40 por ciento de los menores que desarrollan una actividad física regular mejoran su rendimiento escolar y están más motivados para ir al colegio.

Según el EOC-ESADE, practicar deporte logra reducir el porcentaje de niños a los que no les gusta ir a clase, que pasa de un 34 por ciento a un 18 por ciento de los alumnos, y consigue que los estudiantes respeten más a los profesores y a sus propios compañeros, mejorando en general las relaciones en el aula.

La experiencia local, en Antioquia, también lo demuestra. El proyecto La Educación Física y el Circo, una experiencia formativa, de la docente de Educación Física Sandra Domínguez con sus estudiantes de la Institución Educativa Concejo Municipal de la Estrella, mostró resultados positivos en los estudiantes que podrían considerarse con problemas de atención en las clases.

"Hay casos en nuestro circo de estudiantes que lograron mejorar académicamente gracias al trabajo que realizan en las clases de educación física", señaló la maestra ganadora del Premio Antioquia la Más Educadada en 2012.

Fútbol contra el TDAH
Según los autores del estudio, el fútbol es uno los mejores aliados para padres y profesores en materia de fomento del rendimiento académico ya que, además de su función lúdica, cumple con un importante papel de transmisión de valores.

Además, el ejercicio puede ser especialmente beneficioso para los niños que sufren de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), un trastorno de la conducta que se caracteriza por generar en el afectado distracción moderada a grave, lapsos breve de atención, inquietud motora, inestabilidad emocional y comportamientos impulsivos.

Según la investigación de la Universidad Estatal de Michigan (MSU, por sus siglas en inglés), los niños que practican unas sesiones de 20 minutos de actividad física al día mejoran su rendimiento escolar y les ayuda a concentrarse en sus tareas en el aula.

La investigación incluyó a 40 niños de 8 a 10 años de edad, la mitad de ellos con TDAH y la mitad sin ese trastorno. Los participantes caminaron a paso vivo en una cinta o se sentaron y leyeron durante 20 minutos, y a continuación completaron una prueba corta de lectura comprensiva y matemáticas, y también jugaron a un juego de ordenador que evaluaba su capacidad de ignorar las distracciones y concentrarse en un objetivo.

Todos los pequeños mostraron un mejor rendimiento en ambas pruebas después de ejercitarse, según el estudio publicado en la revista Journal of Pediatrics.

"Esto aporta cierta evidencia de que el ejercicio podría ser una herramienta en el tratamiento no farmacológico del TDAH. Quizá la primera medida que recomendaríamos a los psicólogos sería aumentar la actividad física de estos niños", ha señalado Matthew Pontifex, autor del estudio y profesor asistente de kinesiología de la MSU. Quizás habrá que pensarlo dos veces antes de castigar quitándole el balón a los niños.
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