Fernando González, el filósofo de Envigado, diagnosticaba a los colombianos la enfermedad del "presentismo". Lo que cualquier muchacho de hoy explicaría como tener sólo memoria Ram y tenerla pequeña por añadidura. Pensemos que este problema explica el olvido mediático del primer aniversario de la Marcha del 4 de febrero. Supongamos que fue una simple casualidad que las Farc hayan convenido en realizar las 6 liberaciones de secuestrados por cuotas durante la semana correspondiente a la eventual conmemoración de aquel acontecimiento.
El colectivo que organizó aquella marcha, y que se agrupa el nombre "Colombia soy yo", organizó durante esta semana la campaña "Hoy por ti Colombia" consistente en el envío masivo de mensajes a los secuestrados para hacerles sentir la solidaridad de sus conciudadanos. La campaña logró reunir cerca de 50 mil mensajes trasmitidos a través del programa "Las voces del secuestro". Los grandes medios de comunicación y ciertas organizaciones dizque "humanitarias" lograron, deliberadamente o no, ocultar esta campaña con trasmisiones eternas sobre las liberaciones.
Hay que recobrar el espíritu del 4 de febrero por razones políticas, éticas e históricas. El 4 de febrero es el acto más importante de poder constituyente que el pueblo colombiano haya hecho en medio siglo y produjo un mandato claro y perentorio de rechazo al secuestro y de exigencia de la liberación incondicional de todas las personas secuestradas. El 4 de febrero no discriminó entre víctimas civiles y militares o víctimas políticas o extorsivas. El 4 de febrero fue la primera movilización global de la historia, organizada en red con los recursos de la internet y sin la iniciativa de ningún tipo de organización tradicional.
Las euforias son malas consejeras y producen descripciones erróneas. Ahora oímos decir que las Farc ya no tienen civiles secuestrados y que el problema del país es el canje de 22 miembros de la fuerza pública en su poder. Es bueno recordar que ello es falso. Las Farc tienen cerca de 700 personas privadas de la libertad; el año pasado liberaron 6 personas y sólo en esos 12 meses del 2008 secuestraron a 114 colombianos más. El problema nunca ha sido el canje -al que el gobierno ha accedido con la condición de que los presos no vuelvan al monte- sino la exigencia de un despeje que la opinión pública no acepta.
Las liberaciones de hoy son fruto de la presión ciudadana que hizo erupción el 4 de febrero, del cambio que esa presión produjo en la comunidad internacional y del colapso del mito de la invencibilidad de las Farc. Esa es la principal razón para que "Colombia soy yo" obtenga el espacio, el apoyo y la buena prensa que se le ha negado en estos días.