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El suyo es un estilo de vida y las emociones las renuevan en cada lanzada que dura 40 segundos.
Ellos, los practicantes del four cross o 4X, se convirtieron en toda una comunidad que tiene su febril aposento en la pista de Distrito 26, en la Loma de El Escobero, en la parte alta de Envigado.
A verlos y hablar con algunos de quienes se lanzan por esa falda de 250 metros, se nota a leguas que son una especie de tribu, de grandes amigos que comparten la adrenalina de este deporte extremo, que sí tiene pista, y que está a pocos minutos del Valle de Aburrá.
En medio de pinos, eucaliptos y bajo la atenta mirada de Alejandra Rivas -la administradora-, todos los que van a entrenar o competir, cumplen su ritual en este lugar que tiene algo mágico y especial.
"Este, para nosotros, es un estilo de vida. Aquí compartimos entre amigos algo que es común para todos quienes estamos encima de la bicicleta. Unas veces es el four cross el que nos ocupa, pero aquí también podemos practicar el downhill o el dirt jump", relata repleto de vitalidad José Quintero, quien a sus 18 años se ha convertido en todo un especialista de esta modalidad que es algo así como lanzarse en bajada por una pista de BMX.
El grupo comparte sentimientos y esta acendrada pasión, que genera emoción y vértigo, en un lugar que invita a descansar la mirada y a desconectarse de lo citadino.
"Este es un verdadero paraíso. Es paisaje, tranquilidad y goce. Lanzarse por esta pista es muy emocionante, porque son 40 segundos en los que te pones a prueba", destaca Santiago González, un experto downhillero, quien también le metió el diente al gravity, pero que en el four cross depositó todo su entusiasmo y energía, al igual que los demás miembros de la alegre cofradía de Distrito 26.