En pleno siglo XXI siguen cometiéndose barbaries en nombre de Dios o de la religión: en Nigeria 223 niñas entre los ocho y los quince años de edad siguen secuestradas y convertidas en una suerte de botín de guerra por parte de las milicias del Boko Haram, que además de secuestrarlas las han vendido, convertido en esclavas y utilizadas como simples aparatos reproductivos. Este último capítulo de horror, según ellos, atiende una lectura siniestra del libro sagrado del Corán.
El rechazo a la acción criminal del grupo fundamentalista se ha hizo sentir en cuestión de horas más allá de Nigeria. Naciones Unidas, personalidades de todos los continentes, figuras políticas y cientos de organizaciones de derechos humanos hacen frente común para exigir la liberación de las menores, sacadas a la fuerza de un internado, con el único pretexto de ser estudiantes y recibir formación occidental, un asunto pecaminoso según el grupo.
Entre las voces más emblemáticas unidas por la liberación de las niñas figura
Malala Yousafzai, la activista pakistaní, baleada por un fundamentalista en su país, que quiso acabar con su vida por ser estudiante.
Malala publicó una foto en la cuenta de Twitter de su fundación, con el hashtag #BringBackOurGirls (devuelvan nuestras niñas).
A esa misma consigna se han adherido la primera dama de E.U,
Michelle Obama, la exsecretaria de Estado de dicho país,
Hillary Clinton, entre otras figuras públicas.
Banalizan el islam
Lo que han dicho las estudiantes que se han logrado escapar del Boko Haram es impactante. Son niñas de 9 o 10 años forzadas a tener sexo por los milicianos y a vivir como esclavas. El grupo terrorista publicó un video donde expresaba su intención de vender a varias de ellas en el mercado.
Para el Imam
Julián Zapata, cofundador del Centro Cultural Islámico y musulmán colombiano, el uso de la religión por parte de los terroristas nigerianos inicia con una mala interpretación del Corán que fundamenta la barbarie, pero termina en eso, un discurso superficial.
"Es solo coraza, fachada. El Islam ha sido completamente ideologizado. Es un grupo armado que lo está utilizando para fines políticos. Invocan a Dios solo para delinquir. Es como los sicarios que rezaban a la Virgen María para matar. ¿Qué tenían de cristianos? Solo el nombre. ¿Y qué culpa tiene la virgen de esto? Nada", aseguró.
El asunto radica en que el Islam tiene distintas corrientes, y la línea que sigue el Boko Haram es la más radical, la salafista/wahhabista.
Zapata explicó a El Colombiano los parámetros distintos que los rigen y los separan del resto de musulmanes. "Esta corriente no acepta los históricos aportes de la civilización islámica. Dice que hay que borrar 1400 años de historia de los musulmanes. En filosofía, en arte, en literatura, en mística, en todo. Ellos pretenden una interpretación literal del Corán, porque creen que cualquier aporte es corromperlo", dijo.
No obstante, ¿qué tiene que ver la mujer en todo esto? Boko Haram está atacando algo sagrado, en parte para ganar notoriedad, pero más para enviar un mensaje de terror a las otras religiones y a los musulmanes que no siguen su visión. Para Zapata, con ese ataque contrarían lo más básico del islam.
"Hay una cita muy importante del profeta Mahoma: "Si la mujer es ignorante, toda la sociedad lo será", la dijo hace 14 siglos. Pues estos señores piensan que la educación no es adecuada en Nigeria, pero con la forma en que están actuando (secuestrando y violando niñas estudiantes), están precisamente atacando la columna vertebral del islam. Siguiendo esta lógica, se evidencia que con las agresiones a la mujer y a la educación, pretenden crear una sociedad de ignorantes, de fanáticos religiosos", agregó.
Problema mundial, no local
¿Cómo comprender que un grupo tan radical y sanguinario someta en el terror a toda una nación de 179 millones de habitantes, multiétnica, con reservas se petróleo extensas y recursos que se podría pensar bastarían para vencerlo?
Ciertamente, el Boko Haram no es una milicia aislada de lo que ocurre en el mundo. Y no es arriesgado aseverar que están bien financiados. En esto Occidente, por omisión, es uno de los causantes de que el sangriento fenómeno se hiciera cada vez más problemático.
"No es algo aislado, hay redes de movimientos radicales que remontan más allá del 2001. Boko Haram tiene vínculos con Al Shabab, con Al Qaeda y con otros grupos fundamentalistas en África", dijo a este diario
Jerónimo Delgado, coordinador de Estudios Africanos de la Universidad Externado.
"Ante esta multinacional del terror, hay algo que me preocupa: las potencias occidentales no han realizado acciones contundentes contra esto porque callan respecto a su financiación. Por temor a las relaciones políticas con Arabia Saudita. El salafismo proviene de allá, del siglo XVIII y hay seguidores de esta corriente, con mucho dinero, dispuestos a financiar grupos como Boko Haram", coincidió Zapata.
Para Delgado, además hay una causa histórica, en la que está inmerso Occidente en el problema del Estado nigeriano: pensó al país desde siempre como una colonia, y muchos factores heredados de aquella época agravan la situación de violencia en el norte.
"Nigeria ahora es un Estado federal, sin embargo el poder lo concentra en las regiones del sur. El norte es distinto, no hay presencia estatal efectiva. Son esas zonas donde están los grupos radicales, que utilizan la percepción nigeriana del islam para sus objetivos políticos. Por este motivo, el país está aún en incapacidad de prevenir y solucionar esta situación", agregó.
En este contexto, las potencias se comprometieron a prestar ayuda logística y militar para enfrentar al grupo terrorista y liberar a las secuestradas. Expertos militares de E.U. ya llegaron a Nigeria para ayudar en la operación. China ofreció sus satélites para la búsqueda desde el espacio. Pero el norte de Nigeria es de selvas. Será difícil. Y ante todo siguen financiados.