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El Perla Negra no pudo hacer su primer viaje en el Pacífico colombiano. El sumergible de fibra de vidrio y acero con autonomía para navegar a 4 o 5 metros de profundidad y capacidad para transportar hasta cuatro toneladas de cocaína, fue descubierto por hombres Jungla de la Policía Antinarcóticos, en Condoto, Chocó.
Aunque nada tiene qué ver con el barco cargado con piratas malditos encabezados por el capitán Jack Sparrow, el Perla Negra colombiano era propiedad de otro ilegal: José Neftalí Umenza Velasco (alias Mincho), uno de los jefes del frente 30 de las Farc, quien destinó 2 millones de dólares (unos 3.600 millones de pesos) a su construcción.
Este es el segundo sumergible inmovilizado a las Farc en 48 horas, informó la Policía Antinarcóticos. El domingo, en Punta Bonita, Valle, encontraron una embarcación similar (fibra de vidrio y madera) con capacidad para transportar 10 toneladas de cocaína y autonomía de navegación de tres días.
El director de la Policía Antinarcóticos, general Luis Alberto Pérez, informó que pertenecía al frente 29 de las Farc y estaba custodiado por unos 30 guerrilleros que huyeron cuando llegaron los uniformados.
La nave, explicó, no habría hecho su primer viaje y podría ser utilizada también para hacer recorridos en puertos de Centroamérica y en México.
Alta tecnología
El Perla Negra de las Farc también era imponente como el barco de la película Piratas del Caribe. Tiene unos 12 metros de eslora (largo), 3,3 metros de manga (ancho), y 5 metros de puntal (alto).
Aunque sobre el sumergible no tiene ninguna maldición encima, se construyó para desaparecer y así evadir la interdicción marítima.
Según el coronel Carlos Enrique Rodríguez, subdirector de la Policía Antinarcóticos, la nave encontrada ayer estaba en una zona de difícil acceso donde los hombres Jungla tuvieron que desplazarse en helicóptero y descender a través de cuerdas.
El sumergible podía transportar hasta cinco tripulantes que respirarían gracias a un sistema de ventilación y oxigenación. Además, en caso de emergencia podrían recurrir a 10 pipetas de oxígeno.
Para comunicarse con el exterior durante los 10 días que podrían sobrevivir en el océano, contaban con radar, teléfono satelital y computadores.
Para guiarse contaba con un GPS, un sistema Flir (cámaras para ver el exterior) y un giroscopio (que hace las funciones de brújula).