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Como cualquier residente de Bogotá, Eloy* daba un paseo por una de las calles de la ciudad. Se topó con unos hombres que, sentados en una mesa frente a un expendio de licor, empezaron a burlarse de él, a llamarlo "negro" y hablarle de una manera despectiva. Ignoró los comentarios. Siguió su camino.
Uno de los hombres de la mesa sacó un arma y porque les restó importancia y no atendió sus burlas recibió dos disparos. Bueno, también desató la ira del agresor que Eloy fuera afrodescendiente, "usted se equivocó, esto acá no es para negros", le dijo.
Agresiones de este tipo se presentan con frecuencia en el país, según explican asociaciones afrodescendientes. Sin embargo, no existen cifras, porque las denuncias son pocas.
Estas situaciones se buscan resolver con el proyecto de ley que hace trámite en el Congreso de la República que pretende penalizar las manifestaciones de racismo y discriminación racial.
Realidad en Colombia
"La propuesta tiene su origen en la pobreza de la población afrocolombiana, porque es de las más pobres del país. Hemos encontrado que dentro de las causas de esa pobreza está el racismo", explicó Carlos Alberto Baena, senador del movimiento Mira y ponente de la iniciativa.
Esa pobreza también es una manera de discriminación racial. Por eso la iniciativa es celebrada por los afrocolombianos y recibe el eco del representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christian Salazar Volkmann.
"Lamentablemente la discriminación racial es una realidad en Colombia. Saludamos que el Congreso esté debatiendo un proyecto de ley en su contra. Una ley que penalice la discriminación racial enviará una fuerte señal a la sociedad colombiana para que se respeten los derechos y la dignidad de los pueblos afrocolombianos, palenqueros y raizales", expresó Salazar.
Por esto se hace justo y equitativo que esta población reclame sus derechos y una mayor participación en los programas del Estado.
Por ejemplo, un signo de discriminación contra los afrodescendientes en Colombia tiene un argumento sencillo y que deja sin palabras. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el censo de 2005, se supo, que el 10,62 por ciento de la población del país es afro, pero esta misma entidad reconoció que hubo deficiencias en la recopilación de datos y que la cifra, en realidad, se acerca al 25 por ciento.
Aunque suene cómico, los mismos afrodescendientes lo dicen en tono de broma pero con preocupación. "Después del censo de 2005 nos desaparecimos, estamos buscándonos porque no podemos perdernos así tan fácil", manifestó Luis Ernesto Olave Valencia, director Nacional de Fundesarrollo Afro.
Olave hace un llamado a la comunidad afro del país para que se identifique, haga valer su identidad y se preocupe por reclamar mayores espacios de participación.
"El proyecto de ley es un avance y deja un precedente en el país. Demuestra que hay una problemática que estaba oculta. Generalmente en Colombia no se reconocía la discriminación racial como un problema social, vemos que con este proyecto sí se reconoce y se evidencia", detalló Olave.
De uno a tres años de cárcel
Según lo explica Baena, hay que hacer una diferenciación entre racismo y discriminación racial. "Racismo es cuando se ejerce una violencia sobre una persona, física o emocional por su condición racial, discriminación racial es cuando le niegan una oportunidad o el acceso a una oportunidad laboral por ejemplo".
En ese sentido, el proyecto que está pendiente del trámite en Cámara, pues en Senado fue aprobado, plantea penalización con 1 a 3 años de cárcel y multas de diez a quince salarios mínimos legales mensuales vigentes.
"Son penas que van a disuadir, porque genera interdicción de derechos, es decir, el agresor perdería la posibilidad de asumir funciones públicas y tendrían restricciones en el ejercicio de su derecho", anota el senador Baena.
Además del caso de Eloy, son cientos los hechos que se presentan de discriminación y racismo en el país.
Aghata* tiene 7 años, y aunque disfrutó los primeros días en la escuela, su vida se volvió un martirio después. Luego de las jornadas escolares llegaba a su casa, a veces llorando, diciendo que ya no quería regresar a estudiar. Sus motivos son una prueba de la discriminación que se viven en algunas instituciones educativas.
Cuando la profesora no estaba, los compañeros le pegaban, le jalaban el cabello, se burlaban de su color de piel y le ponían apodos.
"Esto genera un conflicto emocional tan grande, incluso es un asunto de sicólogo porque la niña no entiende qué por ser negra es que la tratan mal", apunta Olave.
Sayly Duque Palacio, directora de la Asociación del Fomento para la Integración de las Negritudes de Colombia (Afin), también aplaude el proyecto de ley.
"Hay situaciones de formación que pretenden mostrar que otros pueden llegar a ser más personas que nosotros y en eso está enfocado el trabajo que venimos desarrollando los afro. Buscamos poner la situación sobre el tapete para enfrentarnos a la discriminación en todos los ámbitos".
En febrero de este año, la experta independiente de la ONU sobre cuestiones de las minorías, Gay McDougall, presentó un informe sobre la población afro del país.
En sus apreciaciones, la pobreza es una de las muestras de discriminación.
"(...) Los cinco departamentos con mayor porcentaje de población que vive en la pobreza y con peor calidad de vida son los que tienen mayor concentración de afrocolombianos (Bolívar, Cauca, Córdoba, Chocó y Nariño). Chocó tiene el nivel de inversión social per capita más bajo y ocupa el último lugar en educación, salud e infraestructura (...)", escribió McDougall.
Un llamado de atención para el segundo país de Latinoamérica con el mayor número de pobladores afro.
El senador Baena explicó que para la propuesta del proyecto de ley se tomó como modelo a Brasil, en donde adelantan un trabajo pedagógico valioso sobre el tema, sin desconocer que en otros puntos de la región también se trabaja contra la discriminación y el racismo.
"Ahora (el proyecto) va a seguir su trámite en la Comisión Primera de la Cámara y en plenaria", comenta, y posiblemente en junio se cuente con esta iniciativa.
A Eloy las balas solo lo hirieron. Se recuperó y junto a otros afrocolombianos lidera propuestas para hacer valer sus derechos y erradicar el racismo del país. Una lucha que por momentos parece poco acompañada, pero que podría ser más fuerte con una nueva ley.