<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
HISTÓRICO
El Rancherito que saltó de de un sueño a la carretera
  • El Rancherito que saltó de de un sueño a la carretera | La empresa familiar El Rancherito cuenta hoy con ocho restaurantes en Antioquia y genera empleo directo para unas 400 personas. FOTO cortesía
    El Rancherito que saltó de de un sueño a la carretera | La empresa familiar El Rancherito cuenta hoy con ocho restaurantes en Antioquia y genera empleo directo para unas 400 personas. FOTO cortesía
Por Ferney Arias Jiménez | Publicado

Hace 38 años, en uno de los momentos más duros vividos en su matrimonio, pues su esposo se había quedado desempleado, Mary Noreña, tuvo el sueño que cambió el destino y la vocación de su familia.“Mi mamá soñó que en un ranchito, al lado de una carretera, había una fila de carros y una multitud de personas que querían comprar los buñuelos, empanadas, arepas de chócolo y pasteles de pollo que ella preparaba”, comenta Nora Alzate Noreña, hija de la fundadora de los restaurantes El Rancherito.

A pesar de contarle el sueño a Gregorio, su esposo, e insistirle sin éxito durante una semana para poner manos a la obra, doña Mary decidió levantar el rancho por sus propios medios en un lote a orilla de carretera, en la salida que del municipio de Caldas conduce a Amagá y su marido, al ver el empeño que ella ponía, finalmente le ayudó a dar inicio a su visión.El Rancherito, en su arranque fue una ramada y un fogón de leña donde se hacía deliciosa comida típica antioqueña con un sabor único, sabor a casa.

Detrás de la buena acogida y aceptación de las viandas que Mary preparaba, aparecieron las sugerencias y encargos de los clientes, que llegaron a ser muchos, tal como ocurrió en el sueño, y que llegó a tener en las dos hijas del matrimonio sus primeras y más leales colaboradoras, quienes al término de su jornada de estudio se iban al ranchito a ayudar.

No fueron tiempos fáciles, pero la tenacidad de los Alzate Noreña y el reconocimiento que acumularon durante los primeros 5 años de trabajo entre sus comensales, condujeron a que se abrieran los siguientes restaurantes, en Copacabana y en Guarne.

La violencia que acorralaLa prosperidad y el crecimiento de los restaurantes El Rancherito tuvieron en la violencia y en los cierres obligados de las vías una severa amenaza, pues la reducción drástica del flujo de viajeros los tuvo a punto de la quiebra.El momento fue tan complejo que se reflejó negativamente en los puestos de trabajo y un local que llegó a necesitar 30 empleados operó solo con 7.

“Nos sentábamos en las mesas para cronometrar cuánto tiempo demoraba en pasar un solo carro y casi nos vimos obligados a cerrar”, recuerdan los empresarios.Pero a grandes males grandes remedios y fue así como se pensó en una estrategia que acercara la buena mesa de El Rancherito a la gente que no quería salir por miedo y fue así como se abrió un establecimiento en la vía a Las Palmas, que nuevamente levantó la dinámica del negocio.

La expansión de esta empresa la lleva a tener hoy 8 restaurantes, unos 400 empleados y en los planes de los dueños está la futura apertura en otras zonas por fuera de Antioquia, como Manizales o Bogotá, e incluso establecerse en el extranjero.

Para los propietarios, El Rancherito se ha convertido en punto de encuentro en las carreteras antioqueñas y la intención es replicar la experiencia en otros lados.Mantener la sazónEl aprendizaje de casi cuatro décadas permite que Nora y su hermana Ruth, con solo destapar la olla, mirar la textura y el color del cocido y percibir el olor, determinen si la preparación está bien o no.En ello es clave tener a personas constantes como Narciso Zapata, quien fue el primer empleado de El Rancherito y quien tiene a su cargo velar por la calidad de las carnes que se ofrecen en los puntos de venta.

En un centro de acopio, en Guarne, se supervisan los cárnicos, los embutidos y cocidos que se ofrecen al público asegurando la misma sazón y buen gusto y calidad en todos los locales.Adicionalmente, el personal de cocina y de servicio recibe capacitación durante un mes por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y de asesores externos, pero el próximo año se abrirá la escuela El Rancherito, que en principio se encargará de formar directamente a los nuevos empleados, de ese modo se busca que el sueño de doña Mary siga vigente.Ponerse las botas y emprender con sus propias manos la realización de un sueño, han posicionado a El Rancherito como una empresa exitosa con muchas mesas por servir.

x