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HISTÓRICO
Los siete retos de Obama
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    Los siete retos de Obama |
Reuters, AP, Efe | Publicado

La reelección del presidente Barack Obama le brinda una segunda oportunidad para consolidar la economía de Estados Unidos, pero también enfrenta problemas como el abismo fiscal, las relaciones internacionales y un Congreso y un país dividido.

1. Abismo fiscal
Obama ganó la reelección, pero no tendrá tiempo para festejar, ya que deberá lidiar casi de inmediato con el llamado "abismo fiscal", una mezcla de alzas de impuestos y recortes de gastos que restarían unos 600.000 millones de dólares a la economía estadounidense si el Congreso no toma medidas.

En juego están dos cosas diferentes: recortes de impuestos a los particulares que vencen a fines de este año y decenas de miles de millones de dólares en recortes generalizados al gasto que entrarían en vigor a inicios del 2013.

Si no se logra evitar este abismo, los mercados estadounidenses y globales podrían sufrir turbulencias, al tiempo que la economía del país podría caer en recesión. La forma en que Obama enfrente estos desafíos, sobre todo con una Cámara de Representantes controlada por la oposición republicana, podría marcar su segundo mandato.

Obama y la mayoría de los demócratas están lejos de los republicanos en el tema más espinoso: si se deja que los recortes impositivos para los más ricos venzan el 31 de diciembre.

El presidente y la mayoría de los demócratas quieren subir el impuesto a la renta de los que ganen más de 250.000 dólares anuales, mientras que los republicanos buscan extender las actuales bajas tasas para todos los niveles de ingresos.

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, indicó esta semana que los republicanos mantendrían su rechazo a cualquier alza de impuestos, incluso para los millonarios.

"Obama tendrá que resolver estos temas fiscales para conseguir que la economía se mueva rápidamente", indicó Mark Zandi, economista de Moody's Analytics en West Chester, Pensilvania. "Si no es capaz de hacerlo, vamos a quedar estancados", agregó.

El Gobierno no sólo está endeudándose a un ritmo cada vez más insostenible -la deuda ahora llega a los 16 billones de dólares- sino que la recesión ha dejado cicatrices difíciles de borrar en el mercado laboral, lo que significa que la cifra de desempleo podría seguir estando elevada por los próximos años.

Otra parte importante del trabajo será reparar las relaciones del Gobierno de Obama con Wall Street y la comunidad empresarial.

2. Congreso dividido
Aunque los demócratas mantuvieron el control del Senado, los republicanos lograron aferrarse a su mayoría en la Cámara de Representantes, lo que deja sin cambios el estancamiento político en Washington.

Durante su primer periodo, Obama no pudo salvar las diferencias entre los dos partidos sobre cómo recortar el déficit presupuestario y hay pocas señales de que esta vez el proceso vaya a ser más sencillo.

"Lidiar con la política confrontacional y el estancamiento en el Congreso será el mayor desafío, el resultado de las elecciones ciertamente no facilita para nada la situación", afirmóm Harm Bandholz, economista de UniCredit Research en Nueva York.

La total implementación del plan de recorte del déficit de Obama perjudicaría el crecimiento en el 2013, y algunos economistas esperan que el Gobierno ofrezca cierto alivio tributario a las familias para suavizar el impacto de la crisis.

3. Desempleo
Incluso si Obama se las arregla para lograr un acuerdo sobre el déficit en el Congreso, es probable que sólo añada algunas décimas de punto porcentual al crecimiento económico, puesto que no solucionaría el mayor problema que retrasa a la recuperación: la masiva pérdida de empleos durante la recesión.

Alrededor de 23 millones de estadounidenses están desocupados o subempleados. Además la riqueza neta de las familias cayó un 38 por ciento entre el 2007 y el 2010, puesto que los precios de las casas registraron el mayor descenso del que se tenga registro, y se estima que casi 11 millones de estadounidenses deben por sus hipotecas más de lo que valen sus viviendas.

Además, es posible que muchas de las pérdidas de empleos durante la recesión, especialmente en la construcción y otros sectores relacionados con los bienes raíces, no se recuperen nunca. Eso podría dejar a buena parte de la fuerza laboral estadounidense sin las habilidades que necesitan los empleados.

"La situación laboral será problemática porque creo que el desempleo que sufrimos es en gran medida estructural", afirmó Adolfo Laurenti, economista de Mesirow Financial en Chicago.

"Incluso una economía sólida tendrá problemas para llevar la tasa de desempleo por debajo del 7 por ciento", sostuvo.

El índice de desocupación fue del 7,9 por ciento en octubre.

4. Un nuevo jefe del Tesoro
Para consolidar la economía de Estados Unidos, Obama necesitará un jefe del Tesoro con capacidad para alcanzar acuerdos que consigan controlar la deuda de la nación.

Se espera que el presidente se mueva rápidamente para anunciar un sucesor del actual secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien dejó claro que no ocupará el cargo durante un segundo mandato de Obama.

"Este (nuevo) secretario del Tesoro tiene que guiarnos a través de un acuerdo. Tiene que ser alguien con credenciales de déficit y respetado por ambas partes", afirmó Jim Kessler, del centro de estudios de centro Third Way.

"Tiene que ser alguien que desafíe también al partido del presidente", agregó.

En la lista de posibles opciones está el jefe de gabinete de Obama y exejecutivo de Citigroup, Jack Lew, un experto en contabilidad gubernamental quien se desempeñó como director de presupuesto del reelecto mandatario y del expresidente Bill Clinton.

La deuda acumulada del país es ahora de 16 billones de dólares y el déficit presupuestario alcanzó la cifra de 1 billón por cuarto año consecutivo en el año fiscal 2012, que terminó en septiembre.

5. Un país dividido
Obama, que recibió el respaldo de la mayoría de estadounidenses para un segundo mandato, tendrá que unir ahora a un país enormemente dividido tras la larga, amarga y costosa campaña por la Casa Blanca.

Po esto, el tema en torno al que articuló su discurso fue el hilo conductor de la necesidad de una mayor unidad en el país.

"Esta noche, más de 200 años después de que una excolonia ganase el derecho a determinar su propio destino, la tarea de perfeccionar nuestra unión nos impulsa hacia adelante", dijo en el arranque de su discurso.

Al pueblo estadounidense, que enarbola la bandera del individualismo, le recordó que lo que permitió al país superar los momentos difíciles fue la convicción de que "aunque cada uno persiga sus sueños individuales" hay una familia estadounidense "que triunfa o fracasa junta, como una nación y como un pueblo".

La polarización que vive el país entre republicanos y demócratas se profundizó durante la reciente campaña presidencial, en la que tanto Obama como Romney se encargaron de subrayar sus diferentes visiones para el futuro del país.

Con ese panorama como telón de fondo, y la amenaza de nuevas luchas partidistas entre el Congreso y la Casa Blanca, Obama echa a andar su segundo mandato con un llamamiento a la unidad.

6. Relaciones internacionales
Obama también tendrá que lidiar con la crisis de deuda de Europa y gestionar las complicadas relaciones con China, el mayor acreedor de Estados Unidos y su segundo mayor socio comercial.

La comunidad internacional expresó también su esperanza de que la reelección de Obama estreche la cooperación en temas como la crisis siria o el cambio climático.

Francia, el Reino Unido, Alemania, Israel, los palestinos, Rusia, España, Egipto o Japón, como países, y la UE, la OTAN y la ONU, como organismos, figuran entre los primeros en reaccionar tras conocerse el triunfo de Obama.

La situación en Siria, el estancamiento del proceso de paz en Oriente Medio o el cambio climático son algunos de los principales retos de Obama en el mundo, como le recordó, al felicitarle, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que confió en seguir contando con la "cooperación duradera" de Washington.

7. Regulación energética
Este segundo mandato, traería regulaciones más severas para el sector de energía, que incluirán un menor acceso a tierras y aguas federales como parte de la propuesta del Gobierno de independizar al país en ese campo.

Con una promesa de recortar las importaciones de petróleo a la mitad para el 2020, Obama propugnó lo que llamó un abordaje de "todo lo antedicho" para desarrollar fuentes de energía doméstica.

El mandatario reelecto este miércoles dijo, sin embargo, que reduciría los subsidios a las compañías petroleras junto con la dependencia del país del petróleo y buscaría producir más vehículos de bajo consumo de combustible.

"Habrá menos acceso a tierras del Estado federal y las agencias gubernamentales serán más severas", indicó Dan Pickering, jefe de inversión de TPH Asset Management en Houston.

La estrategia energética de Obama se alejó de su enfoque en el cambio climático luego de que una propuesta legislativa que establecía un sistema de cupos e intercambios para frenar las emisiones de carbono fuera frenada en el senado en el 2010 tras un duro debate partidario.

El presidente prometió más apoyo para energías renovables como la solar y la eólica, pero requerirá el apoyo del Congreso para extender o renovar exenciones impositivas que apuntalaron el crecimiento de esas industrias.

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