- Un total de 18 profesionales conforman esta entidad de magia.
- Nació hace 20 años después de un show en el Teatro Pablo Tobón Uribe.
- Las principales presentaciones han sido en hospitales y barrios populares.
Por
Jaime Herrera Correa
Medellín
¿Recuerdan la película de Patch Adams, en la que un médico protagonizado por Robin Williams le cambió la rutina a los niños recluidos en hospitales, disfrazándose de payaso e improvisando un show que les sirvió a los pequeños para olvidarse de que estaban enfermos y los ayudó a que tuvieron una muerte en paz y hasta con una sonrisa?
Resulta que esa terapia tan aplaudida en la cinta que se estrenó en 1998 no es tan nueva como parece porque hace 20 años un grupo de profesionales paisas montó una "fábrica" de alegrías que se fundamenta en todas las modalidades de la magia para poner a soñar a los pequeños y robarle una sonrisa a los grandes que terminan convertidos en niños cuando alguien les toca el corazón.
"La vida es una risa y para producir alegrías no hay que estudiar para ello". Así lo afirman los integrantes del Círculo Mágico de Medellín, un grupo que se dedica a producir felicidad por vocación porque sus integrantes son graduados en medicina, ingeniería, administración de empresas, odontología y sistemas, más no en el arte de la diversión.
Como por arte de magia, en cada presentación el ingeniero mecánico Gabriel Fernando Londoño Flórez se convierte en el hombre capaz de barajar la vida, la cirujana Carolina Londoño Gutiérrez hace maravillas en el escenario, el administrador Óscar Osorio Londoño lo vuelve todo cómico, el ingeniero civil Ignacio Arbeláez Restrepo no lo deja salir del salón con su espectáculo, el director comercial Miguel Jaramillo lo atrapa con sus trucos de cerca, el administrador Luis Vanegas Alfonsinny le ayuda a disfrazar la realidad y el músico Rubén Darío Restrepo se lo convierte todo en fiesta.
Si el papel de estos socios de la risa no satisface sus expectativas, el anestesiólogo Tiberio Álvarez le aparta el dolor con una inesperada escena, el médico Marcos Restrepo lo mete en su cuento, el galeno Marcos Ignacio Restrepo siembra ilusiones, el abogado Carlos Vélez hace realidad lo irreal, el arquitecto Stéfano Carbonari le construye una nueva visión de la vida, el odontólogo Juan López le quita el dolor con la risa, el ingeniero mecánico Juan Rico no deja que se vaya sin festejar, el oftalmólogo lo enreda con la cartomagia, el cirujano Américo Abadía no le permite aburrirse, el contador público Woodrow Jones le hace un show inolvidable, el tecnólogo Edwin Uribe lo lleva a viajar y el ingeniero Juan David Arbeláez le adivina el número que pensó y se puede adentrar en su mente.
Ellos conforman y le dan vida al Círculo Mágico de Medellín, la entidad que cada año estrena auditorio y repite sin temor su espectáculo en el salón de pacientes terminales del San Vicente de Paúl; la misma que cambia la rutina en el hospital Pablo Tobón Uribe, le hace más llevadero el cáncer a los pequeños del Seguro Social y lucha para que no se le muera la sonrisa a los infantes del pabellón de pediatría del Hospital General. El mismo grupo que un día olvidó sus trucos y sintieron que se les retorcía el corazón cuando un niño de Santo Domingo les dijo a los magos "señores, ustedes que todo lo pueden, ¿por qué no me hacen aparecer a mi papá?".
"El Círculo nació con siete amigos en la Congregación Mariana el 16 de septiembre de 1985 por una simple ilusión mágica, con la intención de fundar una organización que promoviera el arte. Queríamos ir más allá de simples presentadores de efectos y lo hemos logrado porque nuestro espectáculo traspasa fronteras y ya llevamos dos décadas haciéndole feliz la vida a los antioqueños con shows benéficos, sociales y privados que van desde los 40 minutos hasta las tres horas", asegura Gabriel Londoño, presidente fundador del grupo y un envigadeño de 57 años que tiene la capacidad de cautivar a las personas con las 400 clases de cartas que maneja.
Fábrica de ilusiones Los espectáculos se gestan los martes en la sede principal (Avenida 33 con la carrera 65), donde hacen el programa a seguir. Claro que la fábrica de ilusiones va de casa en casa porque cada mes se realiza una actividad en la vivienda de cada uno de los socios.
La diversidad del personal le permite al Círculo Mágico cubrir todos los frentes de la magia. Tienen licencia para hacer reír a la gente con una simple exhibición de teatro, la intervención de un payaso descachado o de asombrarlo con la aparición del tigre en el escenario y la desaparición de una persona.
El mentalista Juan David Arbeláez es uno de los más nuevos del grupo, pero sus 29 años le dan las herramientas suficientes para transportar a pequeños y grandes a otra realidad.
"Este tipo de entidades existen a nivel mundial hace más de 100 años y acá tenemos claro que los niños son los que más se divierten, pero no se nos olvida que los adultos gozan por igual, o más. Somos conscientes del sufrimiento que padecen los infantes en los hospitales y barrios populares de Medellín, pero también terminamos plenos porque con nuestro show les hacemos olvidar, por momentos, los problemas a esos chicos que reaccionan ante un estímulo, se dejan transportar y agradecen con una linda sonrisa".
Miguel Jaramillo, ingeniero administrador que llegó al grupo a los 12 años (tiene 31), considera que el Círculo es una especie de casa de los Patch Adams criollos, aunque también dice que existen muchas diferencias entre el show que protagonizó Robin Williams en el cine y el que hace él con sus amigos en Medellín.
"La diferencia con Patch Adams es que en esa película los médicos utilizan la risa como método terapéutico con un fin claro de mejoría sobre los pacientes de manera continua, mientras que nosotros sólo lo hacemos cuando las entidades nos lo solicitan y en las terapias que hacen los galenos del grupo en sus consultorios. Nuestro tesorero, Juan Roberto López, es un odontólogo que usa la magia para bajarle la tensión a sus pacientes", anotó.
La misión de estos Patch Adams criollos es cambiarle la realidad a los niños enfermos, ilusionar a los pequeños que tienen problemas en la ciudad y terminar con la resistencia lógica de los adultos, que en vez de dejarse impresionar en el show sólo buscan conocer cómo se logra el efecto en cada salida a escena.
Gabriel Londoño, Juan Arbeláez, Miguel Jaramillo y sus compañeros recalcan no olvidar la sed de magia que se vivió en Vallejuelos, dos meses antes del incendio, y si que menos la cara de asombro que ponen cada año los niños del pabellón de pacientes terminales del San Vicente, quienes en cada presentación los premian con una sonrisa inolvidable y el último aplauso que les da la vida antes de emprender la muerte.
Dirigentes, presentaciones y trucos
La actual Junta Directiva del Círculo Mágico está conformada por Gabriel Fernando Londoño Flórez, alias Gaferlo, presidente; Miguel Jaramillo, Mallo, vicepresidente; Juan Roberto López, Blakaman, tesorero; Marcos Restrepo Isaza, Marcoany, tesorero y Woodrow Jones, Woodrinny, revisor fiscal.
Además de clínicas, hospitales y fundaciones benéficas, las presentaciones han sido en el Centro Colombo Americano, Teatro Porfirio Barba Jacob, Teatro Pablo Tobón Uribe, Teatro Metropolitano y Teatro del Colegio de San Ignacio.
El Círculo Mágico tiene la colección más grande que existe en Medellín sobre temas de magia. Saca la revista Ediciones (sale semestralmente) y cuenta con la página web: http://www.circulomagico.net/
Debido al aniversario número 20 (lo cumplió el viernes 16 de septiembre), el Concejo de Medellín le hizo un reconocimiento en su recinto, donde el Círculo Mágico tuvo una presentación.
Charlas, conferencias y presentaciones especiales hacen parte de la celebración de sus primeros 20 años de vida.