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Media docena de arrancones intentó Álex Cano para dejar atrás de Óscar Sevilla y a un desenlace cantado. Pero las piernas del español se mantuvieron, y la Vuelta a Colombia tiene un virtual campeón extranjero.
Sevilla se repuso de una enfermedad de los primeros días, aguantó los embates en todas las cimas grandes, y ayer en el ascenso a Santa Elena soportó los ataques de Cano, pasó sin problemas a Mauricio Ortega, y aunque puso pocos números de diferencia en la general, dejó el cierre de la Vuelta a disposición de una contrarreloj, su especialidad.
Santa Elena, el fucú de los antioqueños, volvió a dejar a los locales en deuda. Cuando todos esperaban la "licuadora" del Aguardiente Antioqueño hacia el español, sólo Cano probó las piernas del extranjero en la subida, pero no lo pudo soltar nunca. Y ambos vieron como Jonathan Millán reclamó el premio de la etapa, pero Sevilla el liderato general.
"Es un orgullo sentir esta camiseta tricolor, portarla por primera vez. Es algo que habíamos buscado desde que quedé cortado en los primeros días, y hoy (ayer) la pude lograr", explicó el español.
Al otro lado de la vía, Cano mascullaba su frustración. "Quería más, sabía que tenía con qué, pero no pude soltar a Sevilla. No quedo contento", dice el capitán de una escuadra, que se mostró como la más poderosa, pero que no tiene al líder. Hoy, una contrarreloj plana, especialidad del vestido de tricolor, que sobrevivió Santa Elena y ya acaricia su primer título de la Vuelta.