- Barrio La Gloria busca organizar su historia para contarla.
- Tranquilidad y ubicación, valores destacados por todos los vecinos.
- El acueducto y pavimentación de la calle 20A, problemas por resolver.
Por
Alejandro Millán Valencia
Medellín
Que el barrio Belén La Gloria no se quede sin historia, esa es la tarea. A eso de las diez de la mañana, Julio Ramírez, Ramiro Múnera y Alberto Molina se reúnen en la cafetería de Bibiano Palermo, y comienzan con los recuerdos.
Alberto se incorporó y mientras se acomodó sus gafas, que le ayudaban a un par de enormes ojos grisáceos, recordó como conoció a su esposa, quien sería el origen de su llegada al barrio La Gloria, por allá en el 59.
Él iba en el bus hacia Prado Centro y ella hizo su aparición triunfal. Entonces Alberto no pudo evitar el encanto y la acompañó hasta su casa, en la mitad de la calle 20A, el corazón del barrio.
Era un barrio rodeado de tomateras y mangas, que apenas gestionaba el alcantarillado, con el Centro Cívico, al que Alberto se inscribió para ayudar a construir el futuro de La Gloria.
Cerca de este sector, también en los cimientos, se encontraba la urbanización Santa Clara. Uno de sus primeros habitantes fue Ramiro, quien tenía claro que ese sería su futuro.
Compró un lote en 6 mil pesos y allí construyó tres casas y levantó a 11 hijos. También perteneció al Comité Cívico y ayudó a organizar las marranadas para gestionar los recursos del alcantarillado. "Pero uno de los presidentes se robó la plata y hasta ahí quedaron los comités cívicos". Pero alcanzaron a construir el alcantarillado.
Solo siete años A pesar de la historia, la Junta de Acción Comunal se formó hace siete años, por iniciativa de Bibiano Palermo, el actual Presidente.
Por eso su empeño es contar la historia de La Gloria, para empezar el proyecto para el futuro, pero que mejor que esos testigos del pasado para hablar sobre las cosas buenas de La Gloria.
Para Julio, un hombre grande de pelo blanco y caminar pausado, lo mejor es la unidad de la gente y que a pesar de ser un barrio pequeño (tres manzanas), tiene de todo.
"Aquí hay colegio, el Guillermo Valencia, centro de salud, no están construyendo una clínica, dos iglesias, acceso al transporte, de todo", afirmó con emoción.
Para Ramiro lo mejor es que todo queda cerca "Un hijo mío se graduó de bachiller y profesional y nunca le tuve que dar para el pasaje, porque todo quedaba cerca", explicó.
Y para Alberto, hay cosas simples pero que agradan con el paso de los años. "Ahora uno agradece que el barrio no quede en una falda y sea todo planito, pero por encima de eso, lo mejor es la integración de los que vivimos aquí, que somos muy unidos", dijo.
Calles nuevas Pero no todo es la gloria o la dicha completa. El barrio también tiene sus necesidades.
Por ejemplo, el alcantarillado es muy viejo, es de la misma época que ellos lo ubicaron y lo gestionaron ante la administración municipal.
"El alcantarillado que nosotros construimos, ya no soporta el flujo de aguas residuales y aguas lluvias que conduce, y eso es un problema para el futuro", afirmó Bibiano.
También el problema del pavimento de la calle 20 A. "Por aquí pasa una cantidad de volquetas y camiones y han perjudicado mucho la calzada de la calle. Yo me comuniqué con la Secretaría de Tránsito y ellos me dijeron que esta era una vía de alta circulación y no más", dijo el presidente.
Lo más preocupante, además del daño a la calle, es que la contaminación es permanente, una nube gris y seca cubre la calle cada vez que pasa uno de estos vehículos.
Para Julio, Alberto y Ramiro, una de las cosas que más extrañaron durante los años que llevan viviendo en el barrio, fue una placa deportiva.
"Nunca tuvimos un espacio para hacer deporte. Algunas veces el colegio San Carlos prestaba las canchas, pero desde hace algún tiempo dejo de hacerlo".
Todos los vecinos, incluido este trío de buenos historiadores, dieron la misma respuesta cuando les preguntaron sobre cómo era vivir en este barrio del occidente de la ciudad: "Vivir aquí es cómo vivir en la gloria".
La opinión ?Yo vivo hace 47 años en este barrio y lo que más me gusta es la tranquilidad. Aquí no hay violencia y los vecinos siempre han sido los más queridos. He vivido, de verdad, en la gloria?.
Ramiro Múnera, habitante del barrio Belén La Gloria
?Yo vivo y trabajo en La Gloria desde hace 11 años y puedo decir que este sector es uno de los mejores de la ciudad, porque la gente es muy respetuosa y solidaria?.
Jhon Bernardo Zuluaga, habitante del barrio Belén La Gloria
The neighborhood of Belén La Gloria The neighborhood of Belén La Gloria is one of the city's smallest but it has all the facilities of Medellín's bigger neighborhoods: schools, health centers, two churches; and is located just above one the city's main streets, carrera 80.
It also has the invaluable input of a group of friends who began getting together six years ago to help construct the future of Belén La Gloria, while taking its past into account.
"Gloria", which means "enjoyment" or "delight" in Spanish, is what living in this neighborhood is about.