- cyclos ha recuperado 12 millones de kms. de neumáticos.
- La diseñadora Julieta Suárez utilizó accesorios creados con este material.
- Nuevos usos para los neumáticos desechados, todo un reto para el ambiente.
Sergio Villamizar D.
Colprensa, Bogotá
Se calcula que en el mundo se producen 450 mil millones de neumáticos al año. Si se ponen en fila, se podrían construir ocho puentes que unirían la Tierra con el Sol, cada uno con un largo de 149 millones 700 mil kilómetros.
Sólo el uno por ciento de estos neumáticos pueden ser reciclados y convertirse, de nuevo, en partes de vehículos. Otro 20 por ciento es reutilizado para otro tipo de productos, mientras que la mayor parte se convierte en basura contaminante que se sigue acumulando por toneladas en diferentes partes del mundo y que sólo se degrada en 500 años.
Desde hace tres años, dos jóvenes estudiantes de diseño industrial, en busca de un tema ecológico para su tesis de grado, se encontraron con este asunto de los neumáticos y decidieron crear una línea de accesorios juveniles y de alta duración.
Así nació Cyclus, palabra griega que significa ciclos de la naturaleza, una empresa de ecodiseño que cuenta con diez empleados, más un extenso grupo de amigos que ha decidido seguir los pasos de Jimena Vélez y Jorge Burgos, sus creadores, al proponer nuevos productos con materiales que habían sido desechados.
"Hace tres años éramos pioneros en el tema, pero ya se está haciendo en muchas partes del mundo. Tenemos amigos que realizan aretes con circuitos de radios y televisores viejos, lamparas, mesas y sillas con filtros de aire de buses y tambores de lavadoras", aseguró Jimena, una de las creadoras de Cyclus.
Hasta el momento, según sus propios cálculos, han podido recuperar doce millones de kilómetros de neumáticos, que en vez de volverse desperdicio y contaminante, se han convertido en bolsos, billeteras, canguros, maletas, maletines y estuches para computadores.
"Una reutilización de este material no se había logrado en el país. La idea es crear productos que duren mucho, pues así no producimos más basuras al prolongar la vida útil de materiales que no son biodegradables", continuó Jimena.
Además de los diez empleados con los que cuenta Cyclus, se ha creado una cadena social donde muchos recicladores de la capital del país se han visto beneficiados, e incluso muchos de ellos ahora sólo se dedican a buscar neumáticos para esta empresa.
"Tenemos dos fuentes para conseguir la materia prima. La primera, los recicladores a quienes les compramos los neumáticos en buen estado. La segunda, un grupo de pequeños montallantas que nos guardan los mejores. A cada uno de ellos les pagamos a buen precio el kilo, porque la idea es que diseño esté acompañado de la parte social", dijo Jorge Burgos, otro de los directores de Cyclus.
Gracias a las diferentes texturas y grosores de los neumáticos, cada uno de los productos se convierte en piezas únicas e irrepetibles, aspecto que más ha llamado la atención entre los compradores.
Dentro de los procesos de elaboración, el más largo es el primero: la limpieza del material, por medio del cual se neutraliza el intenso olor a caucho, que fue una de las mayores dificultades en el comienzo del proyecto.
"El olor no se ha eliminado del todo, pero ya es tan llevadero como el olor del cuero, por ejemplo", continuó Burgos.
En la actualidad, cuentan con tiendas en Bogotá y Medellín, este último ubicado en el Parque Lleras. Sus productos llegan hasta países como Inglaterra y Japón, mercados en donde han incursionado con estuches para iPod y cargadores de energía solar.
En pasarela
Su propuesta impactó en la pasada edición de Colombiamoda, cuando la diseñadora de vestuario Julieta Suárez, utilizó parte de sus accesorios, en especial estuches para celulares, en la presentación de su colección para la firma Samsung.
La idea de estos talentosos ecodiseñadores es ampliar su línea creativa y crear accesorios utilizando, además de neumático, otro tipo de materiales como las lonas de parasoles, que son muy resistentes e impermeables, carátulas de discos, acetatos, radiografías, vallas publicitarias, circuitos electrónicos en desuso y zuncho de
six pack (empaque para productos en polvo), entre otros, para poder tener "un estilo de vida que sea armónico con su entorno", comentó Jimena.
Cyclus tiene como objetivo el uso del diseño como herramienta para lograr el ecodesarrollo.
"Queremos desarrollar un laboratorio nacional de ecodiseño donde, junto con otras disciplinas, se realicen investigaciones para desarrollar materiales y diseñar procesos industriales de acuerdo con los materiales locales y las necesidades del país", precisó Burgos.
Otros usos
Así como Cyclus trabaja en Colombia en la reutilización de los neumáticos para diversos usos, ecologistas de otras partes del mundo, tras la alarma por la creciente contaminación de este tipo de materiales no biodegradables, están trabajando en la búsqueda de nuevos usos.
En España, por ejemplo, se usan en pantallas de absorción de ruido en carreteras, productos del calzado, mangos para cuchillería y herramientas, mobiliario urbano y herramientas con caucho reciclado.
Los brasileños no se quedan atrás, y parte de los neumáticos viejos son usados en la construcción de nuevas carreteras de tráfico liviano, que además de contribuir con la preservación ambiental, ha permitido la reducción de costos en el mantenimiento de estas vías.
En varios países, para eliminar los neumáticos no utilizables, se optó por la incineración, incluso como generadores de energía, pero grupos ecologistas han protestado ante este método argumentando que es la forma más insostenible y peligrosa de tratar este tipo de residuos, puesto que no los elimina, sólo los traslada y dispersa, especialmente a través de la atmósfera. En el proceso se generan emisiones contaminantes, tóxicas y nocivas para la salud y el ambiente.
Mientras que en Alemania se está probando su posible uso en pistas deportivas, en el Mediterráneo los neumáticos enteros se pueden utilizar para arrecifes artificiales, muros de contención, paragolpe para embarcaciones, hamacas, juegos para niños, macetas para desarrollar agricultura urbana, entre otros.
Con los neumáticos se corren varios riesgos. Su almacenamiento puede generar incendios, el estancamiento de agua interior favorece la proliferación de diferentes insectos transmisores de enfermedades, como el dengue. Además, son difíciles de enterrar y tienden a volver a la superficie.
Por eso, la moda es una opción.